14.6.13

Ayer me acordé de ti

Esta es la frase que llevo oyendo toda la semana: "Ayer me acordé de ti".  La razón es la visita a España del príncipe heredero del trono imperial de Japón. Y muchos también andarán acordándose de nuestra corresponsal en Osaka.  

Ayer fue un descendiente de Hasekura Tsunenaga, que se paseó por Coria del Río vestido de samurái.  El hombre estaba emocionado y la gente del pueblo también.  Una vecina le dijo a una reportera: "Yo tengo un cuñado que es clavaíto a este señor".  Parece que algunas personas persisten rasgos orientales en el rostro y el cuerpo después de cuatrocientos años.

Hoy ha estado el príncipe plantando un cerezo en el mismo pueblo.  Y así, como les digo, desde que Naruhito se bajó del avión o un poco antes.

Y la verdad es que agradezco a todo el mundo que esté siguiendo estas noticias y que vengan a comertármelas.  Me hace sentirme menos solo en mi niponfilia.

Mientras tanto, sigo con mis clases de japonés.  En un libro que compré hace poco me encuentro con esta cita del ocurrente, ingenioso, culto y malogrado Antonio Cabezas:
"Los japoneses adoptaron los innumerables y enrevesados ideogramas chinos, pero de una manera tan caótica que unas veces los tomaban por su valor semántico, ya con pronunciación japonesa, ya con pronunciación china (aunque con farfulleos y trabucamientos locales); y otras veces por su valor fonético.  Un ingenuo fraile franciscano de Castilla, que llegó de misionero al país a finales del siglo XVI, comentó que el japonés era un idioma inventado por el diablo para dificultar la conversión de los paganos.  Hasta el día de hoy, el japonés sigue siendo el idioma más difícil del mundo". (El siglo ibérico en Japón)

Esta última afirmación es totalmente cierta en lo referente a la escritura, que resulta incluso más complicada de lo que explica Cabezas (otro días si quieren se lo explico), pero en otros aspectos no tanto.    La morfología verbal del castellano, la fonética del inglés o del árabe y la ortografía del francés son mucho peores que las respectivas morfología, fonética y ortografía del japonés.  Pero esto ya es un tema demasiado denso y erudito y no ahora tengo tiempo, que tengo que repasar un poco antes de entrar en clase.

Descendiente de Hasekura Tsunenaga ayer en Coria del Río.

No hay comentarios: