27.2.13

Santuario Yasaka

El primer día de este año estuvimos de visita en el santuario sintoísta Yasaka, que está en el barrio antiguo de Gion, en Kioto.  De allí son estas fotos que algunos ya habrán visto en diversas redes sociales.

Junto a la entrada había un puesto de una bebida caliente levemente alcohólica que contenía trocitos pequeños de jengibre.  Se llama "ama..." y no sé qué más, porque solo sé leer las dos primeras letras, que son hiragana.  Cuando sepa leer ese kanji, ya les contaré.  La cosa es que costaba 400 yenes, unos cuatro euros.

Y he aquí al escanciador.

Había también puestos de batatas cocidas, de salchichas, de almanaques, de darumas y esta curiosa tómbola con un bombo de madera.  No perdamos de vista que este es el país que inventó y fabrica la PlayStation y la Nintendo DS.

26.2.13

Pobres fantasmas

Desde que Oscar Wilde nos mostró a Simon de Canterville atemorizado ante la presencia de los vivos y que, años más tarde, Tim Burton nos regalara su versión de lo mismo en el clásico Beetlejuice, los fantasmas están de capa caída.
El tipo de las sábana y la bola se ha convertido en dos cosas que no pretendía: en un sinónimo de petulante o vanidoso y en un disfraz de urgencia en caso de que te inviten a una fiesta de jálowin y no tengas que ponerte.
Su lugar en el imaginario del terror de ultratumba lo han ocupado dos figuras de significado y origen diferentes.
Los zombies, de raigambre caribeña, suponen una amenaza más concreta y física, pero, a la vez, más fácil de ahuyentar.  Un par de disparos bien dados y a seguir reventando cerebros. Saltaron a la fama internacional danzando sincronizadamente junto a Michael Jackson y son invitados de honor en videojuegos y teleseries varias.
Los vampiros proceden de la tradición romántica transilvánica y van asociados a lo nocturno y erótico.  Suelen ser guapos/-as, enigmáticas, atormentados y conforman el contrapunto fashion a las franca falta de elegancia de los zombies, nietos icónicos de los leprosos medievales.
Casi podríamos decir que la figura del fantasma se ha escindido en dos subfiguras.  Su aspecto amenazador y desagradable lo han heredado los zombies y su melancolía nocturna ha pasado a ser patrimonio de los vampiros.


NOTA: No sé a qué ha venido este interés mío por los fantasmas, quizá porque repusieron Beetlejuice hace unos días en televisión y por uno que salió ayer en El atlas de las nubes, muy timburtoniano por cierto.

25.2.13

Twitoteca

Para los que no usan Twitter (relajados u objetores), aquí les dejo algunos tweets que he ido piando a lo largo de un tiempo indeterminado:



- Un rumano toca con un violín "La cucaracha" en la puerta de El Corte Inglés. España, México, Inglaterra y Rumanía en cinco metros cuadrados.

- Acabo de leer "autoestimidad" en un tweet. La creatividad léxica no tiene fin. Y la autoestima ni les cuento.

- Considero una suerte caerse cuando se va a recoger un Oscar. Es una manera de regresar por un instante a la sabia humildad.

- Asomarme tranquilo al balcón a las 11 de la mañana hoy es un lujo para mí y una desgracia para demasiada gente todos los lunes, con/sin sol.

- La lluvia en Málaga no rima.

- ¿Dónde está el choque de civilizaciones si el ultrarreligioso Irán asesora pruebas nucleares de la ultracomunista Corea del N.?

- El viento azota la costa. Esto parece la última página de Cien años de soledad.

- Desde Kioto suena a risa que haya tanta maldad tras una operación llamada Pokemon. ¿Y desde cuándo llevan tilde las llanas acabadas en n?

- Sistema infalible para ganar la lotería nacional: contactar conmigo para comprar cualquier número o terminación que yo no haya comprado.

- Esto es una sangría. Odiseo ha matado a los pretendientes veinte o treinta veces. A ver cuándo termino de corregir Literatura Universal.

- Llueve monótonamente tras los cristales del aula, como si estuviéramos dentro de aquel poema de Machado.

- Mas es menos (tras las elecciones catalanas).

- Avenidas inundadas en Málaga, pero resulta que "avenida" en el DRAE es en su primera acepción: "Creciente impetuosa de un río o arroyo".

- Me imagino la que se liará el día del Juicio Final. Vídeos y fotos saturando la red y provocando un apocalipsis dentro del apocalipsis.

- La democracia no se asentará en España hasta que los políticos no dejen de decir que la jornada electoral se ha desarrollado sin incidentes.

- Dada la velocidad de crucero, desde el AVE los paisajes son un haiku. No dan para más.

- Acabo de oír a una dependienta advertir: "Excuse moi, be careful with the pincho", refiriéndose a un cacharro de seguridad con una aguja.

- El Monte Coronado ha sido asaltado por una horda de evaluaciones, actas, informes y cenas de empresa y/o familia.

Entre la ambición y la pretensión

En La Vanguardia y Libertad Digital la salvan, pero en El País y La Razón la crucifican.  El atlas de las nubes, dirigida por los hermanos Wachoski y Tom Tywker, es de todo menos una película que deje indiferente.  Cojan ustedes algunas ideas de Castaneda, medio kilo del imaginario e-revolucionario de Matrix, mézclenlo con varias rodajas de una historia de amor homosexual pre II Guerra Mundial, cuarto de kilo de Master and Commander, espolvoréenlo con dos cucharaditas de Blade Runner y otras tantas de alguna comedia contemporánea, contraten a Tom Hanks, a Susan Sarandon, a Halle Berry, a Hugh Grant y al malo múltiple de los matrix, Hugo Weaving, y a ver si son capaces de hacer una película, repito una sola, con semejante guion y casting.
Pues ellos lo han hecho y aunque la moraleja se ve venir pronto y el maquillaje tira para atrás en algunos momentos, el interés por los múltiples desenlaces te mantiene atento a la pantalla unas tres horas, lo que no es poco mérito.
¿Pretensión? ¿Ambición? Lo ignoro.  Quizá otro día me decida.  Lo que sí me quedan claras son dos ideas:
a) que me he tirado tres horas intentado averiguar si me gusta o no me gusta esta película.
b) que ahora que llevo siete horas montando un corto de un minuto, opino que el montador de El atlas de las nubes debería ser nominado a un premio Nobel que crearan ex profeso para él.

Solo por ver a Hugh Grant de semejante pinta merece la pena ver la película.
O no.
¿Y qué me dicen de Tom Hanks en el papel de Javier Cansado?

24.2.13

Altivez

Encuentro en mi tan citada revista Philosophie un artículo sobre ese señor austriaco que se lanzó al vacío desde unos cuarenta kilómetros de altura. ¿Qué les voy a contar sobre ese salto que ustedes no sepan?  De hecho yo apenas sé nada, dado mi innato desinterés por las hipérboles deportivas.
Lo que me ha llamado la atención de este personaje es que declaró, en una entrevista publicada por Kleine Zeitung, que su ideal político es la "dictadura moderada", en la que el poder no se da a los políticos elegidos democráticamente, sino a las personas que han demostrado su valía; una especie de concurso-oposición en el que un tribunal de archisabios (supongo) decidiría quién detentaría el poder en cada estado.
El artículo relaciona esta idea con otro de Hannah Arendt ("La conquista espacial y la dimensión del hombre", 1963), en el que se vaticinaba que la ciencia moderna anularía "todos los elementos y principios antropomórficos". La visión altiva de las ciencias exactas, no biológicas, (y del hiperparacaidista Baumgarter) acarrea una imagen del ser humano como algo ínfimo, estúpido e insignificante, al que no hay que pedir opinión, ya que la verdad es superior y no debe ser cuestionada por la plebe.  Esta ideología me recuerda al asperger Sheldon Cooper de The Big Bang Theory, para el que, en su mundo de fórmulas perfectas y trascendentes, las relaciones humanas son algo zafio, confuso y primitivo, "humano, demasiado humano", que diría el no menos altivo Nietszche.
Esta soberbia de la altura, que se atisba su propia etimología (super), está también en la línea de algunos poemas de A estas alturas.  En ellos yo hacía un ejercicio de humildad o antisoberbia.  Lo malo es que de tanto autohumillarnos, corremos el riesgo de que los que no lo hacen se sientan más autorizados para humillarnos aún más.
Lean y opinen.




AUTORRETRATO A SIETE MIL PIES DE ALTURA


“Porque la actitud del observador ahí
arriba es necesariamente de indiferencia.”
Gerald Brenan

“…empleo mi inteligencia para ver de lejos y
desde lo alto mi propia vida, que se
convierte así en la vida de otro”
Marguerite Yourcenaire



Ese punto casi invisible,
esa coma inapreciable,
esa mosca minúscula,
esa pulga incolora,
esa mijilla de nada,
que cruza la cuadrícula grisácea
eso soy yo.

Yo, que voy y vengo
de mis asuntos a mi corazón
sin más motivo que la inercia,
entrando y saliendo de objetos paralepípedos
de artefactos metálicos de movimientos compulsivos,
luciendo por momentos al sol
la incipiente piel de un cráneo poco privilegiado.

Eso soy yo,
apenas la letra pequeña,
el huérfano electrón que deambula
sin órbitas ni gramática,
por la aplastada faz
de un texto o de un lienzo
que se pinta solo
y al que llamamos vida. 

23.2.13

Calamares francocroatas

Leo en un libro, que espero reseñarles pronto, que el gobierno chino tiene un problemón espantoso con internet.  Por los cuadritos de la red se cuelan todo tipo de ideas, noticias y tendencias que desagradan y alarman al comité central de Pekín.  Los medios oficiales transmiten machaconamente que internet solo crea imbéciles y pornófilos.  Existen campamentos paramilitares para "despertar el cerebro" (xing nao).  Por unos mil euros (8000 yuanes) las familias mandan a sus vástagos ciberfílicos a estos lugares, donde los someten a un disciplina espartana predigital conocida en chino como "comer vinagre" (chi ku).  Los separan de sus smartphones, portátiles, tabletas y pecés, los atiborran de sanas tablas de gimnasia colectiva e incluso les aplican algunos electrochoques esporádicos.  No me sorprendería que parte del mundo occidental biempensante y neofóbico apoyara estas o semejantes medidas.  Menos mal que aquí casi todos somos tremendamente respetuosos, liberales y democráticos.
Pero junto a este despropósito he encontrado una información igualmente valiosa y soprendente.  Para evitar la censura que el gobierno ejerce sobre toda la red (no existen Facebook, Google, ni Twitter) el personal se dedica a usar parónimos y homófonos que sustituyen a los términos prohibidos que rastrean los sabuesos del partido.  Por ejemplo, la palabra "cangrejo" (xie) suena parecida a "armonizar", que es el eufemismo que usa el gobierno para hablar de la censura.  De modo que cuando alguien quiere buscar información en un buscador sobre censura en internet en China, lo que escribe es "cangrejo de río", como si estuviera haciendo un trabajo de Ciencia Naturales.  La palabra "llama" (cao ni ma) suena muy parecido a uno de los peores insultos que se pueden decir en chino sobre la madre de alguien.  Al parecer hay camisetas, peluches y canciones de estos simpáticos animalitos.  Y la lista continúa con "gusanos intestinales", "gatos viajeros de la suerte", "ballenas de cola estirada", "gansos cantores" y mi preferido, que he escogido para dar título a esta entrada, "calamares francocroatas", homófonos de expresiones como "sexo anal", "compresa", "infección vaginal" o "masturbación".
Y es que el afán comunicador del ser humano es irrefrenable.  Nada ni nadie puede impedir que nos comuniquemos y que hablemos de los tabúes que nos apetezcan, todo en nombre de la libertad o, si se quiere, del "neanderthal hiperactivo".

18.2.13

Después del terremoto

Después del terremoto. Haruki Murakami.
Como pensaba que no había traducción, me he tragado estos relatos traducidos al inglés.  Bueno, también me ha salido más baratos, como ya conté en su momento. A pesar de ello, me ha parecido un libro muy interesante.  Los argumentos tienen la dosis justa de realidad y de misterio como para no parecer aburridos ni inverosímiles.   Todas la historias giran en torno al terremoto que asoló Kobe en 1995 y del que ya les hablé en otra entrada hace tiempo.  La titulada "Super-Frog saves Tokyo" ("Una super-rana salva Tokio) lo puse hace unos días en clase como ejemplo de relato que se inicia de una manera de la que solo pueden salir grandes escritores: el protagonista llega a su casa del trabajo y se encuentra una rana enorme en el salón hablando por las ancas y diciéndole que ha venido para que le ayude a salvar Tokio de un inminente seísmo.
Se puede decir que me ha gustado más que algunas novelas de este autor y menos que otras.
Por cierto, se rumorea que en abril o así va a salir en Japón un nuevo título del de Kioto.  Habrá que esperar unos meses más para leerla.  Para antes de navidad no creo que llegue.



17.2.13

España en Japón

Hace un par de días nuestra corresponsal en Kioto tuvo un encuentro con el ministro de asuntos exteriores español, José Manuel García-Margallo, que fue invitado por la Universidad de Estudios Extranjeros de Kioto (Kyoto Gaidai).  Viene esto a colación de un estudio que ha salido a relucir en el senado sobre la imagen de España en el exterior.  Según dicho estudio del Instituto Elcano, la imagen de España ha mejorado en todo el mundo.  Salvo en Japón.  Tremenda casualidad. Espero que mis paseos por Kioto y las cosas que escribo en este blog no hayan contribuido a la caída.
La visión que tengo sobre la visión que tienen ellos de nosotros es muy positiva.  Les gusta todo (o casi todo) lo español, incluida por supuesto la Sagrada Familia (excurso: en el centro de Kioto hay un bar que se llama Madrid y que tiene en la puerta un cuadro de la inacabada y culé obra de Gaudí).
A tanto no llego para saber si este año hemos subido o hemos bajado.  No voy por Kioto haciendo encuestas.  También que hay que tener en cuenta que los japoneses con los que me relaciono son amigos, estudiantes de español, vecinos o directamente hispanistas.
Este año 2013 dicen que es el año de España en Japón.  Veremos cómo se nos da y si aprovechamos para que sepan allí que aquí hay personas que no son futbolistas ni toreros y que en muchas calles no está la gente tirándose toneladas de tomates, corriendo de estampidas con periódicos en la mano, ni cantando bulerías junto a balcones con macetas multicolores.

Visita del ministro de asuntos exteriores a la Universidad de Estudios Extranjeros de Kioto.

El ministro y el Sr. Morita, presidente de Kyoto Gaidai.

Arces rojos, cerveza helada

Aquí va una colección de foto retocadas en las últimas semanas.  Algunas les sonarán a algunos y algunas de alguna red social que otra.

Rioanji (Kioto).

Vuelve lentamente la primavera.

¿A que no saben dónde está hecha esta foto?

Esta cerveza que sirven en Kioto tiene la espuma literal y físicamente helada, crujiente, no totalmente sólida.

Lámpara de la fiesta de tanabata junto al río Kamogawa de Kioto.

Hojas de arce en el suelo de un templo de Kioto.  Foto de nuestra corresponsal.

Arrebatado atardecer en la Costa del Sol.

Arces y pinos en aquella ciudad antes citada. Foto de F.G.N.

Ídem.

Arces rojos en Rioanji este pasado otoño (misma autora).

Turistas despertando para patear la bella ciudad de Málaga.

Alineación de lámparas colgantes.

Otro atardecer donde antes.

Timbre bajo cartel perogrullesco o pleonasmático.

Atardecer pero hacia levante.

13.2.13

Seguridad nacional, inseguridad social

Una noticia perdida en el piélago de titulares me llama la atención.  El hombre que descerrajó tres tiros en la cabeza de Bin Laden ha sido licenciado del ejército (los navy SEAL en concreto) y carece de cobertura de la seguridad social. El "shooter", el "tirador" como lo llama el periodista que lo ha entrevistado para salvaguardar su anonimato, no tiene cobertura médica para él ni para su familia.  Por servicios mucho menores a la patria o a los partidos, en España circulan fluidamente miles de sobre(sueldo)s.
Si a esta persona por hacer lo que hizo le pagan como lo hacen, imaginemos cómo se recompensará a otros servidores públicos menos "heroicos".  ¿Dónde quedaron aquellos WANTED del far-west en las que se ofrecían cientos o miles de dólares por la cabeza de Billy el Niño, vivo o muerto?  Es que ya no se respeta ni a los sicarios.

11.2.13

Mujeres y literatura

Alfonsina Storni
Esta tarde he dado la charla anunciada.  Poco público por el frío, por el lunes y porque sí. Poco, pero bueno, gente agradecida y allegada con la que luego hemos ido a rematar la jornada al calor de unas tapas y unas bebidas variadas.
Mi ponencia ha empezado con una disculpa por no poder abarcar a toda las autoras que quisiéramos el público ni yo.
He continuado hablando someramente sobre la teoría y la crítica literaria feminista, desde Simone de Beauvoir hasta Julia Kristeva.
Luego he hecho un recorrido de autoras, que ha partido de Safo de Lesbos y ha llegado hasta Gamel Wooolsey.  He buscado destacar figuras poco conocidas pero relevantes, como Shikibu Murasaki, Sei Shonagon, Hildegarda de Bingen, Hroswitha de Gandersheim o las deslenguadas poetisas de Al-Andalus Wallada bint al-Mustakfi y Tayyani al-Qurtubiyya.
La tercera parte ha estado dedicada a la mujer como protagonista de la literatura.  Tras mucho darle vueltas al asunto me he sacado de la manga un término que a mi parecer resume el papel de la mujer en la literatura: "antítesis hiperbólica".  O sea, la mujer o era mala muy mala (Pandora, Eva, Medea, Circe, Helena...) o buena muy buena, angelical y divina (Beatriz, Laura...).
He concluido con un vídeo que he editado a base de citas y fotografías de las autoras, acompañadas por la voz de Mercedes Sosa cantando "Alfonsina y el mar".
No seré yo, por supuesto, el que califique lo que hecho, pero sí puedo opinar sobre la segunda ponente.
La compañera María José Martín ha presentado el fruto de una investigación seria y rigurosa en torno a un aspecto casi totalmente desconocido para el común de los mortales: las mujeres traductoras.  Ha hablado con el aplomo de quien sabe de qué habla, marcando bien los ritmos y manteniendo el interés del respetable.  Por lo que a ella respecta, el nivel de las jornadas sigue en todo lo alto.

8.2.13

Bouddha

Este libro de nombre tan sintético, Bouddha (Gallimard, 2009),  es obra de Sophie Royer y lo compré a raíz de algunas referencias que aparecían en la revista que ya reseñé en su momento.  Se trata de un monográfico sobre el personaje histórico que en España conocemos como Buda y al que también llaman Sidharta.
Algunos capítulos son especialmente interesantes, como los que hablan de los hallazgos arqueológicos que realizaron ingleses y alemanes en el siglo XIX.  También resultan instructivos los que dedica la autora a explicar los orígenes del budismo en el contexto del hiduismo y en su relación con el jainismo de Mahavira, a quien algunos consideran otro nombre o un desdoblamiento del propio Buda.
Los datos ciertos sobre el personaje histórico tienen una veracidad más o menos parecida a los que hay sobre Jesucristo.  Al margen de los textos canónicos escritos en pali (la lengua que al parecer habló el príncipe Sidharta), solo quedan testimonios de viajeros chinos y algunos restos arqueológicos muy posteriores, relacionados con el rey Ashoka, que fue el mayor defensor y difusor del budismo en la India.  Por cierto, que el león y la rueda que aparecen en el escudo de la India son símbolos de este rey budista que unificó el subcontinente por primera vez.  Curiosa paradoja para un país en el que apenas hay budistas, a pesar de cierto renacimiento que se ha dado en el siglo XX de la mano de Bhimrao Ramji Ambedkar.
Lo que buscaba con esta lectura (información sobre la realidad del Iluminado, no resúmenes de sus ideas o proselitistas vacuidades new age), lo he encontrado y por eso la recomiendo a pesar de estar en francés (no he encontrado traducción).

7.2.13

Cielos, farolas y jardines zen

Atardecer en la costa.
Farola de aparcamiento de centro comercial.

Mismo objeto con añadido de arquitectura.

Semiautorretrato ante grandes caligrafías del templo Rioanji.

Una de las esquinas del famoso jardín de arena de Rioanji (Kioto).

Árbol mojado tras la lluvia junto al estanque del templo Rioanji (Kioto).

Una de las islas de rocas del jardín de arena de Rioanji (Kioto).

Anécdota mínimamente esperanzadora

Hace poco tuve que aparcar en zona azul y al ir hacia la máquina me di cuenta de que no tenía suelto.Así que levanté la vista para buscar algún comercio donde obtener cambio.  Al hacerlo veo que un hombre cruza la calle y se dirige hacia mí.  Me pregunta si voy a echar dinero para el aparcamiento.  Le digo que sí, pero que no tengo monedas.  Entonces me dice que lo acompañe a su coche y va y me da el tique suyo, al que le sobraban veinte minutos, los justos para que yo pudiera hacer mi gestión.
No es un gesto que vaya a salvar a la humanidad, pero nunca se sabe, como ya dijo Borges en aquel poema que ya cité en otra entrada.
Todo esto tiene un aire muy budista, o, al menos, así me lo parece ahora que estoy leyendo cierto libro que les reseñaré dentro de poco.


LOS JUSTOS 

Un hombre que cultiva su jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya músIca.
El que descubre el placer de una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
El tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.

5.2.13

Presente y futuro

Esta tarde he paseado brevemente por un gran centro comercial y he observado que los negocios que no han cerrado se han convertido en tiendas de saldos.  Solo había un negocio recién inaugurado: el local que antes ocupaba una tienda de marcos es ahora un centro de consulta del tarot.
El marketing intuitivo hace que algunos piensen que, dadas las presentes circunstancias, la gente va a preferir gastarse el dinero en su futuro.  Pero no en inversiones, cursos de formación o, incluso, juegos de azar.  Simplemente quieren asomarse un poco por la mirilla incierta del arcano babilónico y verse a sí misma un poco más feliz de lo que se ve ahora.
Nadie espera que le salgan malas cartas.  Y el que las da ya verá cómo las interpreta para contentar a los clientes de la manera más ambigua posible.


4.2.13

Tarde ambigua

Esta tarde ha comenzado en la Casa de la Cultura de Arroyo de la Miel (Málaga) el seminario "Mujeres en la Historia", del que ya les he hablado en dos ocasiones.  La ambigüedad que da título a esta entrada proviene de que, por un lado, me he sentido muy orgulloso del nivel intelectual y de la capacidad comunicativa de los dos compañeros que han hablado esta tarde (Elisabeth Martínez y Carlos Sarria), y por otro, de que he sentido caer sobre mí la responsabilidad de mantener el nivel de calidad que han demostrado los ponentes de hoy.
La cosa va a estar muy difícil y solo confío ya en la benevolencia del respetable.
Elisabeth ha demostrado una erudición y una claridad de ideas inmejorables, de modo que han sido cuarenta y cinco minutos muy amenos e instructivos.  Y Carlos ha sabido contextualizar y presentar la dimensión humana de Chavela Vargas hasta llevarnos a todos al borde de las lágrimas.
Ambos son un ejemplo más de la calidad del profesorado de la educación pública española, que sigue al pie del cañón, a pesar de los pesares, y se presta a ofrecer su tiempo y compartir sus conocimientos de manera total y absolutamente desinteresada.
Pero les dejo ya, que me tengo que poner a preparar mi charla para intentar quedar por lo menos la mitad de bien que ellos.
Me toca el lunes que viene a las 18:00 h.

3.2.13

Presunción

Sorpresa.  Abro el DRAE y me encuentro con que presunción significa casi lo contrario de lo que creemos que significa. Los noticiarios y periódicos rebosan de "presuntos" actos delictivos y todos entendemos que lo que se quiere decir es que todavía no son total y absolutamente delitos.
Pues bien, va (o viene) el diccionario y explica que presunción es un "hecho que la ley tiene por cierto sin necesidad de que sea probado". O sea, al revés para que me entiendan.  El presunto es mucho más que un sospechoso, es alguien que con un altísimo nivel de probabilidad ha cometido el delito del que se le acusa.  Si no, no estaría con las posaderas sobre el banquillo.
Los dioses nos libren de pretéritas épocas de linchamientos e inocentes entre rejas, pero en los casos en los que los señalados son cargos públicos, la presunción se queda corta y debería aplicarse aquel viejo adagio de la mujer de César, máxime cuando son los mismos que han estado recortando, restringiendo, exigiendo y privatizando de manera desaforada, a pesar de la opinión de grandes sectores de la opinión internacional económica.
Todo esto me recuerda una memorable escena de Casablanca.  El capitán Louis Renault (el que pasea al final entre la niebla del aeródromo con el protagonista) decide cerrar Rick´s y grita en medio del salón (cito de memoria):
--¡Qué vergüenza, he descubierto que aquí se juega!
Entonces se acerca un subordinado con un sobre y le dice:
--Señor, sus ganancias de anoche.
Si el cinismo o la hipocresía tuvieran un patrón, Louis Renault tendría todas las papeletas para subir al altar.  Al menos en Francia; en España tendría más competencia.




2.2.13

Budismo

El aeropuerto Charles de Gaulle se ha convertido en la librería en la que más compro, después de Amazon.  Estas navidades han caído varias revistas y algún libro.  Querría hablarles hoy de un número de GeoHistoire titulado Le bouddhisme.
Se abre con un reportaje fotográfico de gran calidad sobre lugares importantes o sagrados el budismo, como las ruinas de Kapilavastu (ciudad natal de Buda) o la pagoda de Rangoon.
Luego vienen algunas aproximaciones históricas a la figura del príncipe Sidharta y otros artículos explicando la doctrina budista, todo muy bien clarito y ordenado, como bien saben hacer los racionalistas franceses.  Del conjunto me han intersado, sobre todo, estas cosas:

1.- El recorrido del budismo: resulta que, contrariamente a lo que se pudiera pensar, el Tibet, hoy considerado una especie de Vaticano del budismo, fue uno de los países que más tarde lo acogió y llegó por mediación de una princesa china que fue casada con el rey del Tibet.  Es decir, que hizo un recorrido de ida y vuelta.  Además tuvo que luchar a brazo partido contra las prácticas chamánicas naturales de aquellas alturas.  Hasta un par de regicidios creo que hubo.  También resulta curioso el desarrollo fulgurante del budismo en la India, de donde prácticamente desapareció en poco tiempo, diluido en el marasmo de dioses, escuelas y gurús del hinduismo, del cual, en un principio no fue más que una secta más, como el cristianismo lo fue del judaísmo y el islam del cristianismo.

2.- El regreso del budismo a la India en el siglo XX de la mano de Bhimrao Ramji Ambedkar, un abogado que supo extraer de la enseñanza de Buda un instrumento para luchar por la igualdad y la dignidad de los más desfavorecidos en la tan estratificada, reglamentada y "castizada" sociedad India postcolonial.  Llegó a enfrentarse al mismísimo Gandhi, que, a pesar de toda su calva benevolencia, sus gafas y sus trajes autoconfeccionados, albergaba cierta concienca de la casta brahmánica a la que pertenecía por nacimiento.

3.- La deriva nacionalista y violenta de gran parte del clero zen en Japón durante la Segunda Guerra Mundial.  Una vez acabada la guerra, hubo un arrepentimiento colectivo, sincero y profundo por parte de las dos grandes escuelas del zen, Soto y Rinzai, pero el mal ya estaba hecho y la reputación cuasimística quedó dañada.  Desde los lejanos tiempos en que se mezcló con el bushido (el código de comportamiento de los samuráis medievales), el zen había sido considerada la corriente más abstracta, intelectual y desprendida de todas las que formaban el budismo mahayana (el que se practica en China y Japón).

En resumen, una revista de la que he aprendido un montón y que me ha llevado a lecturas de ampliación que, cuando las acabe, les comentaré, si es que le quedan ganas después de este rollo que les acabo de soltar.
Seguro que he perdido cien puntos en el cielo zen.

La revista en cuestión.

La sombra de una sombra

Poco sabía de Alfred Hitchcock (apenas sabía escribir bien su apellido) y poco más sé después de ver la película que se acaba de estrenar.  Este leve intento de analizar la psicología del director de Psicosis y de sus relaciones maritales no alcanza el nivel, ni por asomo, de las inquietantes películas que dirigió.  Todo se resumen en una reivindicación del Alfred más humano y feminista, que acaba idolatrando a su mujer en el más puro estilo de las películas que él odiaba. Y eso que los actores y actrices están sembrados.  Hopkins hace creíble a su personaje retando al público con primeros planos (ignoro si imita bien el acento, la vi doblada).  Helen Mirren acierta (una vez más) en el papel de la paciente pero activa esposa.  Y la hermosa Scarlett Johannson hace muy bien de... la hermosa Scarlett Johansson, que es de lo que se trataba más o menos (¿quién con menos de cuarenta años recuerda a Vivien Leigh?).
Veredicto: una película que prometía más de lo que da, aunque resulta a ratos entretenida, a ratos medio interesante.  No creo siquiera que les guste demasiado a los cinéfilos.