29.12.12

Anécdota y paseo

La anécdota.
Hace casi un mes encargué algo a una página web internacional. Se me dijo que el producto no estaría disponible hasta finales de enero de 2013. Pues bien, la filial japonesa de esa misma empresa me lo ha proporcionado un 20% más barato en un día y medio (y nos es por el cambio euro/yen).

El paseo:
He aquí algunas fotos de gastronomía y callejeo de la tarde noche de ayer.


Fruta en mercado callejero cerca de la estación Nijo.
Jengibre en polvo de arroz.
Cerca de la estación de Saiin,desde una cafetería.
Este bar de copas, a pesar de su nombre sirve también comidas
y está en un sótano, cerca también de la estación Saiin.
Interior del bar antes citado. Solo ponen música soul de los años 50 y 60.
En el cuarto de baño había anuncios de conciertos, discos y estudios
de grabación de este estilo de música en Kioto.
Las barberías en Japón lucen esas espirales hipnóticas que se veían
en las  España  antes de que se convirtieran en lugares superfashion.
Gobo, una raíz que se usa mucho en todo tipo de platos.
Mochi (pasta hecha de arroz) que se usa como decoración de año nuevo.
i
Sin comentarios.
Kurei, fruta que se usa para cocinar.
Menú de ofertas de un restaurante de Saiin.

24.12.12

Algo así como un christmas

Aún no ando por allí, pero ya nuestra corresponsal nos envía estas felicitaciones desde Kioto (donde por cierto ha estado nevando durante el día).  Se trata de unos dibujos que han hecho niños de cinco años y que están colgados en las ventanas de los vagones del metro. ¿Qué mejor decoración en la ciudad en la que hay un museo internacional del manga?
Dicha corresponsal y yo les deseamos a todos ustedes que pasen lo mejor posible estas múltiples y agotadoras fiestas y que el año que viene les resulte menos apocalíptico que el que está a punto de acabar.







El fin de ciertos mundos



La última portada en papel de Newsweek después de 80 años se ha convertido ya casi en un símbolo (o en un trending topic).  Puede que el fin del mundo se reduzca a algo tan simple como el fin de tu mundo.  Como ya ha sido convenientemente explicado por los propios mayas, la famosa fecha, que llevó a algunos a acaparar latas de berberechos, a construir refugios esféricos o a ponerse un embudo en la cabeza, no era más que el fin de un ciclo.  Así que quizá estemos viviendo el final del ciclo el crecimiento sin límite, del papel como medio de comunicación, de la proliferación de armas automáticas caseras, de las pagas extras, de la anarquía crediticia, de la sanidad y la educación públicas, de la falta total de ética y de civismo, de la política como profesión...
Ya ven que de todas estas cosas unas son buenas, otras no y otras no se sabe.  Tal es el sino del ser humano, ese embutido de ángel y bestia, que dijo el maestro Nicanor Parra.

23.12.12

Trizas y ostias

Como viene siendo una larga tradición, ya están hechos trizas los décimos de lotería, como los sueños al despertar. Por suerte no somos nosotros los que nos hemos desintegrado.  Para celebrarlo me fui a otro evento consuetudinario, que diría el maestro Mairena/Machado, la Fiesta Imperfecta, que por estas fechas celebra el grupo Boleros Imperfectos en la muy noble, leal y hospitalaria ciudad de Málaga.
La cosa estuvo animada y aquello al principio parecía una película de Woody Allen, con muchos profesores, dramaturgos, cirujanos, músicos, escultores...  Pero el espejismo duró poco y al compás del lomo en manteca y el maldito cariñena, paulatinamente fueron volviendo los atavismos celtibéricos a su cauce.
Tras la actuación del grupo, con nuevos temas que pasarán a engrosar el repertorio, se procedió a la entrega de los premios del año.  Y otra vez fui agraciado, esta vez con el premio "¡Eres la ostia!"1 [sic] por mi labor de difusión del grupo y mi pertinaz seguimiento como espectador.
A continuación Eduardo presentó algunas canciones inéditas que Boleros Imperfectos no ha aceptado y que se ha visto obligado a tocar y grabar conmigo.  Como ven, soy un músico e ingeniero de sonido cutre que vive de las sobras.  Y para que quedara más clara mi situación marginal acompañé la actuación con unos punteos y arpegios con mi nuevo ukelele.  No estuvo muy mal del todo, a pesar de que el micrófono de Eduardo pareció haber cobrado vida y empezó a girar sobre su pie tal que un derviche.
Tras la fiesta volví a casa en coche y observé que hay mucha menos iluminación navideña en el centro.  Para rematar la velada tuve un fugaz encuentro con la benemérita, la cual consideró acertadamente que mi nivel de alcohol en sangre no era punible.
Ahí van algunas instantáneas de la Fiesta Imperfecta.



El espectáculo desde la sala VIP, que es donde estaba la comida.

Máximo Placer entra en escena.

La escultura que me acredita como que soy la ostia.
1) El DRAE recoge "ostia" como sinónimo de "ostra".  

21.12.12

Plagio imperfecto

He aquí un pequeño vídeo de los amigos de Boleros Imperfectos en el que exponen su teoría del plagio musical. Fue grabado en el auditorio de Arroyo de la Miel (Benalmádena, Málaga) en una actuación de junio (creo) de 2012, en la que telonearon a Pablo Carbonell.
http://www.youtube.com/watch?v=tdgGwoEa4sY&feature=youtu.be

20.12.12

Por si acaso

Por si acaso mañana vuelve a no acabarse el mundo, por si pasado vuelve a no tocarnos la lotería, ni el domingo la quiniela, por si el lunes no nos atragantamos con ningún polvorón...  por si acaso en general, recordemos los buenos y los malos momentos que hemos pasado hasta ahora.  Los buenos para reírnos con ellos; los malos, para reírnos de ellos.
Para desgracia de los apocalípticos, no todo es tan fácil como un rayo fulminante celestial.  La vida es larga (casi siempre) y complicada y no la podemos simplificar y acomodar a nuestras expectativas con un deus ex maquina cualquiera, sino aportando cada día un cuarto de paciencia, otro tanto de amor y una pizca espolvoreada de inteligencia. El resto de la receta queda al libre albedrío de los comensales.
El sentido de la vida, si es que tiene alguno, ya lo explicaron los Monty Python hace años en aquella memorable película.
Y por si acaso acaban crucificándonos de una vez por todas, no olvidemos silbar desde el madero
Always look on the bright side of life (mira siempre al lado brillante de la vida).


16.12.12

Comunicación

Abro el periódico y me encuentro en la misma página un anuncio del Iphone 5 y un perfil de Adam Lanza, el asesino silente de Newtown. He aquí la evidencia de una de las grandes paradojas de nuestro tiempo (cada tiempo tuvo las suyas): en la apoteosis de los medios de comunicación hay seres profundamente incomunicados y que, en consecuencia, no se sienten unidos a nadie y ven la vida ajena (y la propia) como eslabones sin valor en la cadena absurda de la existencia.
Cuentan que el muchacho del tiro fácil era un estudiante brillante, que absorbía conocimiento, datos, fórmulas, biografías, afluentes, dinastías... De nada le sirvió convertirse en una enciclopedia si debía convertirse en un ser humano, es decir, como dijo Aristóteles, en un animal político, en un ser social.
Cuando se habla tanto del fracaso de la educación en España y el ministro, cuyo apellido está oculto en el teclado (primera hilera de letras empezando por la izquierda), propone resolverlo con más de lo mismo: más contenidos, más esfuerzo, más exámenes y menos de lo otro (menos profesores, menos sueldo, menos diversidad, menos integración), pues me inquieto.  Por el momento, porque estas leyes tan importantes no hay que acabar de creérselas hasta que no estén en el BOE, por lo menos cuatro años antes de las próximas elecciones.

15.12.12

La ley en Newtown

Desde Columbine se viene discutiendo con escasa convicción la pertinencia de las leyes que permiten la posesión de armas en Estados Unidos.  De poco o nada sirvió el excelente reportaje de Moore.  Cada nación tiene su génesis y aquella surgió de una rebelión armada contra la metrópoli y creció tiroteando indígenas desde diligencias, celebrando duelos en corrales y declarando guerras a antiguos imperios como el español o incipientes potencias como Alemania y Japón.  Tuvieron además su guerra civil y sus dos o tres magnicidios. El cine que lo representa (aunque no es el único que genera) se caracteriza por mafiosos cortadores de cabezas de caballos, despeñamientos y/o explosiones de coches, persecuciones sin pausa, asesinos en serie y series de asesinatos.
Confían en Dios, pero confían aun más en un Magnum o en un Winchester.
Es triste que un país que tanto ha aportado a la cultura y el progreso del mundo no sea capaz de poner pies en pared y detener esta gratuita y lenta sangría de inocentes.  Al parecer el pasado ejerce su ley con más fuerza de la que imaginamos.

10.12.12

Indignación, renovación


Es un arte parecido al de la pesca el de encontrar joyas en el piélago de la infoxicación televisiva.  Esta noche ha habido suerte.  Espero que hayan visto ustedes el programa que acabo de ver, en el que el señor Jordi Évole ha dado un giro al tema de la crítica social.  Ha matado al follonero y ha creado al partero.
En un reportaje (creo que re-difundido) ha hablado de la gente que para salir de la crisis está apostando por hacer cosas que no son pancartas ni eslóganes, necesarios por otro lado, como lo son el mismo programa Salvados en sí o este humilde blog.
Un partido de vecinos que habla como/con la gente y que ha suprimido prebendas y privilegios en Torrelodones, (donde está el casino del que echaron a Sabina), un psicólogo que gana millones contratando trabajadores discapacitados y una banca ética, que explica en qué invierte el dinero y lo hace en cultura y proyectos sociales.
Es el tertium exclusum del que hablaba Aristóteles, el absurdo, el imposible, aquello de lo que se ríen desde sus mullidos sillones los grandes teóricos del mercado y la política; pero es.  Se ha hablado de etiquetar empresas con etiqueta de colorines éticos (sacarles los colores diríamos más castizamente), lo mismo que se hace con la idoneidad energética de las lavadoras. Se ha hablado de reinvertir en ayudas y ocio para los trabajadores.
Se ha hablado, en fin, de cambio, pero no de que cambien los otros, sino de cambiar todos y cada uno de nosotros, idea muy budista, por cierto (¿es una casualidad que hubiera una estatua budista en el despacho de la alcaldesa de Torrelodones?).
Ya sabemos que muchos políticos y casi todos los banqueros son unos... (rellenen ustedes el espacio en blanco, como en un ejercicio de inglés), ya sabemos que nos han robado y que tendrían que devolver lo que les prestemos, ya sabemos que se han inculcado y se siguen inculcando nuestros derechos.  No olvidamos nada de esto, pero ya está llegando la hora de remangarse, de coger el pasado por los cuernos, de mojarse las posaderas para tener derecho a peces...
Remedando aquella vieja frase atribuida a Winston Churchill, podríamos decir:
--No te preguntes qué puede hacer Merkel por ti, pregúntate qué puedes hacer tú para que Merkel no tenga que hacer nada por ti.
Es un idea que ha rondado muchas otras que ido vertiendo estos años por aquí.  Albergo la esperanza de que esta crisis sirva para desmontar para siempre las suficientes ideas preconcebidas, como para que este país acabe siendo lo que nunca ha sido hasta ahora.

          "...hombres de España, ni el pasado ha muerto;
          ni está el mañana --ni el ayer-- escrito"

                     Antonio Machado

9.12.12

Tarde dominical

Los domingos por la tarde tienen el color de los dulces de las visitas.  Saben a coche parado de regreso a la ciudad y a melancolía injustificada. Suenan a quiniela sin echar, a película antigua y a plancha caliente.
Desde hace años invierto las tardes de los domingos en corregir exámenes y preparar clases.  De modo que me pasa como a los calendarios japoneses (y de otros países), en los que el lunes ya es el segundo día de la semana.
Aquí ando enredado con Dante y con Ibn-Hazam, mientras unas nubes amarillentas y grises discurren lentamente hacia las sierras, donde se transformarán en manantiales y pistas de esquí.
Como han podido comprobar, esta entrada no ha sido más que una salida, un portillo que he abierto en el muro del día por curiosidad, por despecho y por airearme un poco de tanto Boccaccio y tanta poesía provenzal trovadoresca.
Sigo a lo mío. Buenas tardes.

8.12.12

El humor en los tiempos de la cólera

Hay una frontera difusa entre el humor y la sátira.  Por resumirlo mucho se trata de la diferencia entre reírse y reírse de alguien o, las menos veces, algo.  El ejemplo más famoso de satírico español es don Fº de Quevedo, que se reía a toda pastilla de Góngora, de los judíos, de los tarberneros, de los arbitristas, de las viejas, de los homosexuales y de media (o toda) España.  Por suerte y por desgracia luego le dieron a probar su misma medicina recordándole su cojera y su falsa erudición helenista.
Es curioso observar cómo en estos tiempos de lo políticamente correcto el personal se ríe de cualquiera (preferentemente de los poderosos, de los otros, de la otredad que diría un filósofo), pero cuando la sátira se vuelve contra uno mismo o su grupo (marionetas de deportistas patrios que se dopan, caricaturas de profetas, etc.), entonces monta(mos) en cólera, la risa se torna llanto y súbitamente se acaba la fiesta.
Dos ejemplos.  La broma es una novela que leí hace años y que recomiendo a todos ustedes.  Su autor es el famoso Milan Kundera y en ella se relata la historia angustiosa y kafkiana de alguien que soltó una broma sobre no sé qué dirigente político de algún régimen totalitario comunista y a partir de ahí su vida se convierte en un infierno.  Como público del mundo libre este argumento se entiende como una crítica a los excesos de un poder omnímodo, que no permite el más mínimo resquicio al humor y la libertad. O sea, de los gerifaltes del Kremlim y alrededores es/era lícito reírse, de sus bigotes, de sus gerontocracia y de sus orejas peludas.
El otro ejemplo es más cercano.  Varios actores de una emisora de radio australiana llaman por teléfono a una clínica de Londres y se hacen pasar por la reina y el príncipe de Gales (creo).  Engañan a un par de enfermeras y una de ellas al final se suicida.  De pronto la broma ya no tiene gracia y la web de 2dayFM se ha llenado de encolerizados insultos y amenazas de los hasta ayer fieles seguidores y oyentes.
Como dijo el genial Gila en aquel chiste de las bromas pesadas que hacían en su pueblo (cito de memoria):
--El tío se enfadó porque se quedó allí carbonizado en el cable. Pero ¿y lo que nos hemos reído?




6.12.12

Un chico calvo que canta

Corrían (que se las pelaban) los ochenta.  Ahí andábamos sacudiéndonos el postfranquismo y la niñez de un solo golpe.  La música disco, el rock, las baladas de Camilo Sesto y otros modos y estilos copaban las ondas y los casetes rebobinables con el boli Bic.
Cierto día sin precisar una serie de lo que hoy llamaríamos friquis (y entonces llamaban intelectualoides, raros, perros verdes, etc.) nos quedamos enganchados para siempre a la voz ultragrave y sarcástica de Javier Krahe.
Años más tarde, delante del pelotón... (perdón, es deformación profesional) fuimos a conocerlo a la Feria de Málaga.  Nos presentamos en el camerino con una pancarta que enarbolamos durante el concierto, en la que habíamos copiado de un vademécum que había en mi casa la fórmula química del Nembutal (Ciclopentanoperhidroferantreno), que es una de sus mejores canciones.  Se la firmamos y allí se quedó, de su dueño tal vez olvidada, que diría Bécquer (qué puente más corto, no logro desconectar de las clases).
Tiempo después algunos de nosotros volvimos a coincidir con él esporádica y separadamente con desigual éxito en el contacto (servicios de heladerías, acosos matrimoniales, etc.).  Eduardo Retamero fue el que más suerte tuvo.  Hasta se hizo una foto con él.  Le recordó la anécdota de la pancarta del Nembutal y la recordaba.  Su comentario fue demoledor:
--¿Terminasteis ya Farmacia?
Lo más parecido a un farmacéutico que había entre nosotros era un biólogo que trabaja como bibliotecario.
Pues bien, mañana viene al teatro Echegaray "ese chico calvo que canta", como lo llamó Joaquín Sabina en aquel disco mítico que nos sabemos de memoria, La mandrágora. Y he aquí que Eduardo compuso no sé cuándo una letra y una música en homenaje al maestro, "el de los dedos vertiginosos".  Vino hace poco a mi casa con la incipiente canción, la grabamos, le añadí un bajo, unos tecladillos, una percusión y la edité de manera más o menos casera.  Por último esta tarde la he colocado en un vídeo y la he subido a Youtube.  Mañana Eduardo va a intentar dársela personalmente en un disco y a lo mejor nos llegamos otros a la salida, como si fuéramos unas quinceañeras, a ser testigos y testigas de la entrega.
Con todos ustedes, "Un chico calvo que canta", con letra y música de Eduardo Retamero, el de en medio de los Boleros Imperfectos.  Espero que les guste.
http://www.youtube.com/watch?v=6LndCsAZtD8&feature=youtu.be

Ética subterránea

El metro es sitio enigmático y simbólico donde los haya: metáfora intestinal, símil del infierno cotidiano, escenario de fugaces encuentros azarosos que dan pie a imaginados romances.  En el metro todos somos topos, hormigas, lombrices sin destino.  Conforme bajamos las escaleras se van activando (o desactivando) neuronas y sinapsis que nos hacen olvidar paulatinamente el aire, el cielo, la ética, la culpa y las recompensas.  Por eso no es de extrañar que haya tantos suicidios, tantos asesinatos y tantos atentados en andenes y vagones subterráneos.
El caso reciente del neoyorquino que antes fue fotografiado que ayudado es paradigmático.  El miedo a no se sabe qué (¿a caer a las vías? ¿a ser presa de un engaño y ser atracado?) paralizó al público asistente.  Al fotógrafo, sin embargo, se le encendió una luz y supo que aquello era una exclusiva antes que una persona.  ¿A qué usar un flash pudiendo usar unos brazos?

2.12.12

Yo canto, nosotros cantamos

Andamos ahora en clase de Literatura Universal hablando de la lírica griega (antigua).  De por entonces son tres grandes: Anacreonte, Safo y Píndaro.  Este último se dedicaba a los himnos, es decir, a poemas que se cantaban a coro o al unísono.  Y desde ahí enlazamos con el teatro, que empezó como un coro al que le salió un enteradillo (el hipocrites o actor), el cual dio un paso al frente y regresó de nuevo a la individualidad, que se enfrenta a la colectividad.  He aquí la (como dirían Hegel y Marx) dialéctica del ser humano, fluctuando entre su propio ser y su ser-con-los-demás.
La historia está llena de extremismos que desaconsejan el abuso del colectivismo a ultranza y del salvaje sálvesequienpueda.
Con los medios que hay ahora mismo a nuestro alcance cualquiera en su casa puede grabar y editar un disco (yo lo he hecho con más pena que gloria), pero nada es comparable con el hecho de compartir con otros (los que están sobre el escenario y los que permanecen ante él) la magia de hacer, crear, interpretar música.
La semana pasada me reuní con mi cantante doméstico preferido, Eduardo Retamero, alias El Comentador de Ocaña, y grabamos algunos temas de manera más o menos provisional y cutre.  Queremos seguir adelante en el marco del grupo poético-musical "A estas alturas" y dar un conciertillo en alguna parte con motivo de algún evento real o inventado ad hoc.  Ya veremos si fragua o no, pero lo que buscamos es una excusa para volver al coro, a la tribu, a sentir que formamos parte de alguna red y que no somos cabos sueltos en una guerra si cuartel.
Aquí les ofrezco en primicia uno de esos temas que lleva por título provisional "A qué viene ese griterío".  Letra, música, voz y guitarra: Eduardo Retamero. Edición, bajo, percusión y teclados: un servidor.
ENLACE: "A qué viene ese griterío"

http://www.goear.com/listen/a04e920/a-que-viene-ese-griterio-eduardo-retamero-y-angel-montilla

1.12.12

Velada astronómica

A pesar de un viento gélido del norte, nos hemos juntados unos cuantos en la terraza y hemos puesto a funcionar los telescopios.  Dada la sequedad del aire, hemos conseguido algunas fotos medio decentes de Júpiter y la Luna.  Todo a pulso y a golpe de móvil.


De izquierda a derecha, los satélites galileanos de Júpiter: Calisto, Ganímedes, Ío y Europa.









Rioanji casi sin comentarios

Esta entrega de nuestra corresponsal en Kioto me ha dejado sin palabras, como corresponde a un templo zen como Rioanji, en cuya vía para alcanzar la iluminación, las palabras son lo de menos, cuando no una traba.  No ignoro que sonará paradójico que un profesor de lengua suelte semejantes afirmaciones, pero esto es lo que hay, expresión, por cierto también muy zen.