31.10.11

Los dos horrores


Esta es la noche del horror enlatado, del eufemizado y suave horror de las caras pintadas y las telarañas en espray.
Como los clavos, una tradición saca otra tradición. El Tenorio y los nichos limpios han sido sustituidos por caramelos sin azúcar, zombies avampirados matriculados en segundo de primaria y calabazas antropomórficamente perforadas.
No seré yo el que reivindique rancias tradiciones celtibéricas de las doñas Rogelias y los crisantemos de plástico, pero tampoco me veréis, como vi hace unos años, con un tridente de plástico, haciendo cola junto a otros tres belcebúes en un cajero a las dos de la mañana.
Las televisiones están siendo ocupadas por novias cadavéricas (¿criptoanoréxicas?), asesinos ocultos y mutaciones diabólicas. Queremos tener miedo, pero queremos un miedo consabido, un miedo topificado, empaquetado y, a ser posible, americanizado.
El resto de la programación se encarga del otro terror, de ese que no nos gusta tanto.
Incluido el de los bancos, que cuando nos dieron aquellos dineros, parecían decir: truco y trato.

25.10.11

Elvira Lindo en Kioto


Allá que se fue la admirada (para muchos) Elvira Lindo, a hacerle compaña a nuestra corresponsal. Unas cuantas fotos del evento.
Aquí está el artículo que ha escrito tras el viaje:
http://www.elpais.com/articulo/opinion/Leccion/humildad/elpepusocdgm/20111106elpdmgpan_2/Tes

En esta foto, descargada de la página de Elvira Lindo en Facebook, aparece el profesor Ito, quien me invitó a dar la charla en Nishinomiya en agosto y que también fue mi cicerone en Osaka y Kobe.




23.10.11

El hallazgo de Ícaro


La semana pasada estuve hablando en clase de Literatura Universal de este mismo asunto: el mito y el logos. Es una división que anda dando vueltas por el pensamiento occidental desde hace siglos. Cuentan mis compañeros de filosofía que los primeros filósofos derrocaron el pensamiento mítico, que explicaba el mundo a base de historietas inverosímiles de dioses metamorfoseantes, bajadas a los infiernos, diosas que surgían desnudas de conchas espumosas, hijos que arrancaban los testículos a sus padres, fortachones que abrían canales entre los mares de un mazazo, etcétera. Llegó Sócrates y se puso a hacer preguntas incómodas. Luego vinieron Platón y Aristóteles y ya fue el triunfo de la razón, del discurso ordenado, de las fórmulas, de las ecuaciones de segundo grado, del estructuralismo y de las batas blancas.
Pero el mito resistió. Se escondió en la literatura (Hamlet-Orestes), en el cine (Superman-Hércules), en las leyendas urbanas (virus troyanos), en el deporte... En algunos de estos lugares se difuminó su significado y llegó a convertirse en sinónimo de "algo o alguien importante". Maradona es un mito, el álbum blanco de los Beatles es un mito, la mítica frase que dijo tal o cual general o dirigente político... Paralelamente la palabra se deslizó hacia el campo semántico de la falacia: "Eso de que Elvis está vivo es un mito, no está demostrado (científicamente)".
Y así hasta ahora, en que la tierra que parió los mitos clásicos, Grecia, está sufriendo una crisis económica no sé si "mítica", pero sin duda real e incuestionable.
Todos conocen la historia de aquel muchacho insolente que voló hacia el sol con sus alas de cera y que pagó su atrevimiento con la caída. Pues bien, un diario alemán acaba de encontrar a Ícaro entre los contenedores de basura de Atenas. Olga Onassis, perteneciente a una familia que habitó los olimpos del dinero y la fama, anda rebuscando ropa y tomates caducados, sobreviviendo con trescientos euros mensuales, tras perder la asignación familiar en una serie de pleitos y recortes de su sobrina.
Estarán de acuerdo conmigo los más lógicos economistas de Harvard que este mito explica mejor la realidad que muchos logos, gráficos y seminarios.

21.10.11

El gudari entre el centeno


Era una mañana fría del diciembre de 1980. Yo iba para el instituto con mi carga habitual de esperanzas, miedos, libros y barrillos. A cierta altura de la acera por la que veníamos los de mi barrio se iban agregando compañeros de otras zonas. Entonces se unió a nosotros Andrés, una de las mentes más privilegiadas de nuestra promoción. Era alegre y musiquero, casi como yo, pero mucho más guapo. Había nacido en Gijón, pero vivía desde casi siempre en Málaga. En muchas fiestas tocábamos juntos temas de los Beatles, a los que él idolatraba y yo sólo adoraba. Le conté lo que acababa de oír en la radio mientras desayunaba. Un imbécil le había dado dos o tres tiros a John Lennon en Nueva York. Se le cambió la cara y siguió el resto del camino entre ensimismado e incrédulo.
Pasó el tiempo. Nuestras aceras se separaron. Yo me fui a la facultad a hacerme escritor y acabé siendo jefe de estudios (cosas veredes, amigo Sancho). Un día me enteré de que Andrés se había metido a picoleto. Me extrañó a medias. Por un lado era, como dije, de lo mejorcito que calentaba asientos en el Sierra Bermeja (y de ciencias, no como otros, que éramos medio místicos, medio poetas, medio cultos, sin muchas pretensiones de hacernos hombres y mujeres de provecho); por otro estábamos viviendo una crisis (¿otra, la misma?) con unos índices de paro espeluznantes. Él sabrá, me dije. Seguro que acaba de general o de ministro en poco tiempo.
Pasaron un par de años más y una tarde de julio estaba ojeando el periódico mientras hablaba con un compañero de la facultad por teléfono. De pronto vi la cara de Andrés. Era una foto reciente, pero era él, no cabía duda, lo ponía en el pie de foto. Una bomba de ETA había acabado con su vida, destrozado el autobús en el que se desplazaba por la plaza de la República Dominicana de Madrid. Nueve compañeros cayeron con él.
Me quedé como se quedó él cuando le conté el asesinato de Lennon.
Años más tarde supe que Mark David Chapman era un fanático de El guardián entre el centeno, esa magnífica novela que este año tengo que volver a explicar.
Los que fabricaron y activaron el coche bomba que mató a Andrés seguro que habían leído algunas de las soflamas racistas y ultracatólicas de Sabino Arana.
Como entonces, no sé qué pensar de este quiasmo intrigante de muerte y literatura.
Y ahora dicen las noticias que todo se acabó, aunque nunca se acabará.
Imagino que los dos andarán por campos de fresas, forever.

20.10.11

Momentos especiales


Pocas veces en una misma tarde, en cuestión casi de minutos, se cruzan dos noticias tan verdaderamente importantes: el fin de ETA y el de Gadafi. Qué desperdicio para los medios, que podrían haber dosificado y ampliado hasta el infinito estas nos buenas nuevas tan cruciales. Pero la vida es así y el azar ha querido chafarles el negocio superponiendo estos dos manjares informativos.
No obstante, creo que desde el punto de vista moral, hay que distinguir entre la muerte anunciada del grupo terrorista, fruto de la trabajo policial, de la aplicación de la ley, del asqueo del pueblo vasco, del apoyo internacional, del anacronismo ideológico y de las fuertes disidencias internas; y el macabro espectáculo que hemos visto en esa camioneta cargada de rabia, sangre y espíritu de venganza.

16.10.11

Espectáculo recomendado


Anoche fui a ver a mi hermano actuar, aunque ya sabía que apenas lo iba a ver, porque se tira casi toda la obra detrás de una capucha negra. Manipula algunos de los títeres de ES-PUTO cabaret, uno de los espectáculos de El Espejo Negro, la compañía que dirige Ángel Calvente desde el 89. A nadie sorprende después de tantos años la maestría en la elaboración y manipulación de las marionetas. Con La vida de un piojo llamado Matías consiguieron el Max y con otras obras, otros tantos premios y menciones.
El cabaret de gomaespuma de anoche es una colección de números disfemísticos, tabernarios, iconoclastas, freudianos, libertarios, antisistema, anarcoides, barriobajeros y antimonárquicos que no dejan, valgan la paradoja o la redundancia, títere con cabeza.
La tenue línea argumental la mantiene una presentadora procaz y malhablada, Marianna Travelo, de la que (a pesar de que ella misma lo dice) pronto olvidamos que es un muñeco y que reparte estopa inmisericordemente a los políticos, al público y a ella misma. Las improvisaciones de ayer derivaron hacia la política municipal, las gaviotas que se acercan por el horizonte político y las obras del metro de Málaga.
Casi dos horas riendo sin parar, salvo en uno o dos números, en los que el lirismo trascendental, e incluso el nacionalismo andalucista, hacen olvidar el tsunami escatológico con que nos inunda durante el resto de la obra.

Y el monte Fuji


Estas dos fotos significan que
a) nunca hay que desesperar, porque más tarde o más temprano la niebla acaba por disiparse.
b) existen lugares en el mundo en los que si te dejas un móvil olvidado, nadie se lo lleva y te lo devuelven en un paquete a tu casa.



Fotos de Fina García Naranjo desde el shinkansen con el móvil y a trescientos y pico por hora. Demasiado bien han salido.

15.10.11

Libro recomendado


44 escritores de la literatura universal, Jesús Marchamalo y Damián Flores.
Una colección muy bien escrita y, ¿en consecuencia/a pesar de ello?, muy divertida. Se trata de 44 minibiografías de escritores internacionales (los españoles e hispanoamericanos ya los trató el mismo autor en 39 escritores y medio). Debe mucho a las Vidas imaginarias de Marcel Schowb, pero la mímesis es productiva y pasas un rato entretenido aprendiendo múltiples curiosidades de grandes mitos de la literatura como Kafka, Sartre, Wilde, Proust, Rilke, Conrad, Byron, etc. Por poner un ejemplo, yo ignoraba que un día en Weimar Rilke se perdió en medio de la niebla, se metió en una casa con la que topó y se encontró dentro a unos japoneses. Anécdotas para trufar las clases de Literatura Universal de las ocho y media de la mañana.

14.10.11

Cuatro lunas


...captadas con móvil y telescopio. La coloración anaranjada es totalmente natural y la pudieron observar todos los selenófilos esta noche y la anterior cuando estaba surgiendo por el este.










12.10.11

Días nacionales


Cada nación tiene su día, el día en que se celebra a sí misma como tal y se mira el ombligo y se pone eufórica y se levanta a las tantas y saca lustre a los tanques (y a pasear a las cabras) y se va a comer a un restaurante atestado en el que nunca te ve el camarero...
En Francia, el país de la razón y la elegancia, conmemoran el brutal, furioso y descontrolado asalto a la Bastilla. En Estados Unidos recuerdan cuando se liberaron del yugo inglés y pasaron a temer las flechas indias. En Italia celebran un referéndum que optó por la República frente a la monarquía. Los británicos carecen de día nacional (y de equipo de fútbol, rugby...), pues celebran cada uno el de su propia "nación": los ingleses, San Jorge; los escoceses, San Andrés, and so on. En Japón es el día de la coronación del primer emperador, que tuvo lugar el 11 de febrero del año... 660 a.C.

En España no podemos celebrar la creación de una nación por varias razones. La primera es que no hay una fecha exacta para marcar en el calendario. España se hizo a base de matrimonios, batallas, anexiones y acuerdos que se prolongaron a lo largo de casi mil años (desde Covandonga hasta 1512 en que se unió Navarra). Además, todavía hay muchos que no tienen claro que España sea una nación o patria común, digan lo que digan los que sí lo tienen claro. Celebrar que todos somos españoles (y que estamos encantados de habernos conocido: Artur Mas y Griñán, Otegi y Mayor Oreja...) puede parecerse a esas fotos de familias mal avenidas, en las que todo el mundo se ríe sin ganas y está deseando que salte el flash.

Seremos de los pocos países del mundo que celebra su identidad basándose en un hecho más o menos fortuito, que ocurrió a miles de kilómetros o millas de la patria propiamente dicha. Cierto que ese descubrimiento tuvo unas repercusiones incalculables, pero en mi modesta opinión, no creo que sea el momento de nuestra historia del que debamos sentirnos más orgullosos. Íbamos a la India y tropezamos con los indios. Fue más un error de cálculo que una proeza militar y/o social. Un poco más (o un poco menos) y no tenemos fiesta nacional, o tendríamos que haber inventado otra.

 Propongo alternativas:
-18 de octubre (1469): boda de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.
-7 de octubre (1571): batalla de Lepanto, "la más alta ocasión que vieron los siglos" (Miguel de Cervantes, marino herido, recaudador de impuestos y escritor tardío).
-19 de marzo (1812): primera constitución democrática.
-24 de febrero (1981): fin del golpe de estado.
-11 de julio (2010): campeonato del mundo de fútbol.

Otra opción es que liguemos la fiesta a la onomástica y, siguiendo la estela del U.S.A. Independence Day, nos pongamos el pañuelo, el fajín y las abarcas y dancemos jotas con la virgen que no quiere ser francesa, que quiere ser capitana...

10.10.11

Efecto colateral del monte Fuji

Nuestra querida corresponsal en Kioto ha estado este fin de semana en un congreso de lingüistas en Tokio. De vuelta se asomó a la ventana con la esperanza de que el monte Fuji no estuviera, como es su costumbre, oculto tras las nubes. Y hubo suerte. Por primera vez pudo ver su cima elevándose más allá de una gran capa de cúmulos o nieblas densas. Incluso le hizo una foto. Con la alegría se olvidó el móvil en un asiento del shinkansen al que se había desplazado para hacer mejor la foto. Cuando fue a darlo de baja, y una vez superadas las barreras idiomáticas, los empleados de la compañía no entendían qué se les estaba pidiendo. No cabía en sus cabezas que se diera de baja un número por el simple hecho de que el aparato se hubiera extraviado en un tren que transporta miles de pasajeros al día. ¿Por qué iba a quedárselo alguien?
Veinticuatro horas después ya lo han localizado y se lo van a enviar por paquetería a casa.
Made in Japan.

9.10.11

Musicoterapia


Parece ser que la proteína amiloide que provoca el alzheimer queda paralizada ante Vivaldi, Los Chichos o Ravi Shankar. Son legión los músicos de cualquier estilo (jazz, clásica, rock, flamenco...) que llegan a los noventa en plenas facultades mentales. Otro asunto son los que caen en el camino dejando un bonito cadáver intoxicado o autoinmolado.
Me imagino que la música masajea zonas atávicas del sistema nervioso o incluso bioquímico.
La relación de la música con la memoria es bien conocida desde antaño. No quedan lejos los días en que los niños se aprendían cantando los ríos de las Españas y las tablas de multiplicar. El más amnésico de nuestros alumnos y alumnas es capaz de karaokear canciones que ni siquiera entiende. El loro que todos llevamos dentro no puede ser acallado simplemente poniéndole la caperuza de la razón y la disección analítica, que todo lo separa, matiza, cuestiona, etiqueta y clasifica.
El ritmo, con sus repeticiones parecidas a las mareas, las estaciones o los amaneceres, y la armonía, con sus sutiles relaciones similares a los ecosistemas o la gravitación, nos colocan en sintonía con el mundo, la vida y/o la naturaleza.
Hay momentos en los que hay que dejar de desmenuzarlo todo y pararse para recoger los trozos, que se convierten en migajas en cuanto pasan veinte años, que no es poco, a pesar del tango.

Reapertura del observatorio


Es decir, les he quitado el plástico y las sábanas a los telescopios y los he sacado a la terraza. Aprovechando la limpieza del aire, pude hacer estas fotos con el móvil de la Luna al atardecer y luego ya por la noche.





7.10.11

Una parodia recomendable


Se ha escribido un crimen (Teatroz y La Trapería, dir. Juan Manuel Lara)

Sé que no es elegante u objetivo que uno hable bien de obras en las que sale su familia, pero cuando vas al teatro y empiezas a reírte antes de que empiece la función propiamente dicha, pues uno se aguanta y lo dice. Se ha escribido un crimen es una delirante parodia del género policíaco muy bien interpretada por actores con una larga experiencia en cine, teatro y televisión. El par de chistes previsibles y algunos momentos subidos de tono, que sorprendieron a unos pocos menores, no impiden que la trama fluya sin aburrir en ningún momento, siguiendo el paradigma clásico del whodidit, y que alcance momentos de brillante hilaridad tipo Monty Python u otros chanantes hispánicos.
Están hasta el miércoles 12 en el teatro Alameda de Málaga.

Nota: perdón por la foto, la he hecho con el móvil en la puerta del teatro.

6.10.11

Simple, casual


Por muchas razones que no vienen al caso, últimamente ando dándole vueltas a dos conceptos que me atraen cada vez con más fuerza: la simplicidad y la intuición. Algunos ya habrán notado la limpieza de enlaces y distracciones que he hecho en este mismo blog. No hay que ser muy listo para darse cuenta del transfondo zen de esta querencia.
El zen no es especulativo, va al grano, no divaga, no comenta textos, no genera bibliografía propia (otra cosa son los que lo estudian). Propone alcanzar la iluminación tras un largo proceso de anulación de lo circunstancial, a cuyo final se llega así por las buenas, sin aviso, de manera repentina y sorprendente. Unos lo consiguen con un golpe que le da el maestro en el cogote, otros con una flor que cae del árbol o con una respuesta paradójica y/o absurda que hace saltar los goznes del famoso "sentido común".
Hoy ha ocurrido una serendipia zen. Ha muerto el hombre que usó el zen para ganarles el mercado a los japoneses (Steve Jobs) y ha ganado el Nobel un poeta que escribe haikus y apuesta por la naturaleza y lo cotidiano (Tomas Tranströmer).
A los interesados/-as les recomiendo la lectura de Simplicidad de Edward de Bono, en el que aprendí unas cuantas cosas útiles, algunas de las cuales he puesto en práctica en el trabajo.

En un mundo atestado de señales, referencias, hipertextualidades (en esta entrada hay cuatro) canales de televisión, e-amigos, nombres, pronombres, clasificaciones, vericuetos, matices, perífrasis, alusiones, tiendas de todoauneuro, etiquetas, listados, cláusulas, confusión y propaganda, está urgiendo una desparasitación, un criba, una selección natural o artificial, una tabla rasa.
Ya lo dijo don Antonio (Machado):

Desdeño las romanzas de los tenores huecos
y el coro de los grillos que cantan a la luna.
A distinguir me paro las voces de los ecos
y escucho solamente de entre las voces una.

Y es que si no limpiamos la habitación, nunca vamos a encontrar las malditas llaves.


3.10.11

Control de la ira

Vengo del supermercado. Tres señoras británicas me han tenido en la caja cinco minutos porque una de ellas ha ido a la frutería a pesar... ¡una cebolla! He reflexionado en estos términos:
--Si me cabreo, me voy a llevar dos cosas negativas: la pérdida de tiempo y el cabreo.
Así que me he concentrado, he mirado hacia el mar (que sí, que se ve desde la caja, lo juro por Neptuno) y no me he cabreado, pero he acabado perdiendo cinco minutos en el supermercado y otros tres escribiendo esta entrada del blog.
Hace unos días incurrí en ira contra el señor Artur Mas. En aquella ocasión también la contuve, aunque se me escaparon unas gotas al final.
Tengo días.

1.10.11

Inocuidad y desenfado en la política


En respuesta al aluvión de críticas recibidas por sus declaraciones sobre el habla de andaluces y gallegos, el señor Mas dice que se trataba de una "afirmación desenfadada" y que "se ha encontrado tiempo para magnificar y sacar de contexto de forma desproporcionada lo que no era más que un comentario inocuo e inocente".
Imaginemos que todos los políticos se pusieran a expresar "afirmaciones desenfadadas", basadas ya en tópicos, ya en hechos históricos, ya en datos más o menos científicos (como los nazis con los cráneos de los judíos). Lo decía aquel viejo adagio: "El hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras".
¿Puede un político en una tribuna de oradores ser inocuo e inocente? Inocuo es beber agua para curarse una lesión de rodilla, inocentes eran aquellos niños que mandó matar Herodes; pero decir que las personas de un lugar (Cataluña) sacan mejores notas que las de otros (Castilla-León, Galicia, Andalucía) es, cuando menos, tendencioso y, según parece, irritante e insolidario.