30.5.13

Macarras de antaño

Hace unos meses, Eduardo Retamero visitó mi estudio casero para retomar las andanzas musicales de Talycual, el grupo de bajo metabolismo, que nació y murió a principio de los ochenta, sepultado por la vieja ola y removido por la movida.  Desde esta anagnórisis hemos compuesto varios temas, algunos de los cuales ya hemos publicitado, como "¿A qué viene ese griterío?, "Un chico calvo que canta" y "Estiofobia intelectual".
En esta ocasión el ingenio sin límites de Eduardo nos lleva a aquellos tardosetenta y ochenta, años de crisis (para variar) sin número, de paro galopante, de rumbas carcelarias y estilismo inolvidable.
El autor de la letra y la música canta y toca la guitarra. Un servidor de ustedes ha puesto el resto, bajo digital, baterías sampleadas, teclados varios y una tímida segunda voz que se me ha olvidado mencionar en los créditos.  El vídeo también es un producto made in Monte Coronado.
Con todos ustedes, el cuarto tema de Talycual en su nueva etapa: "Macarras de antaño".
No corran, que es peor.

29.5.13

Estrés y memoria

Un reciente estudio del Hospital de Sant Pau ha venido a demostrar que el estrés provoca daños irreversibles en el cerebro que acarrean pérdida de memoria.
No es de extrañar.  Si uno va todo el día corriendo de aquí para allá y metido en mil negocios (en el sentido de negación del ocio, no de ganar dinero) no puede fijar la atención en ninguno de ellos, por lo cual el cerebro, que, como dij
o Woody Allen, es el segundo órgano preferido por todo el mundo, reacciona y se dice a sí mismo: "¿Para qué voy a guardar esta vorágine de conversaciones, números de teléfono, matices, llaves, claves, citas, gráficos, reuniones, cancelaciones de reuniones, memorandos..., si a este tipo/-a parece que le importan un pimiento?".
Así que los deja pasar y los excreta vaya usted a saber cómo ni por dónde, quizá en pesadillas kafkianas o en tics imperceptibles.
Por eso quizá la meditación es el mejor antídoto contra el estrés, ya que, en lugar de no parar de pensar, consiste en pararse a no pensar.

28.5.13

El príncipe desdeñado

Con motivo del 70º aniversario de la publicación de El Principito, vuelvo a contar lo que muchos me habrá oído decir en clases, pasillos y cenas de trabajo.
El principito se ha convertido en una frustración consuetudinaria que sufrimos los docentes de literatura de educación secundaria (ripio homenaje a Muñoz Seca).  Los alumnos y alumnas de más de doce años lo consideran un libro infantil y ellos se consideran cualquier cosa menos niños.  No saben muy bien lo que son; es la edad, ya se sabe, la mutabilidad incesante del ser humano, pero lo único que tienen claro es que no son, ni quieren ser considerados niños ni niñas.  De modo que las inteligentísimas conversaciones y digresiones que salpican esta obra maestra les resbalan preventiva y fulminantemente.
Y justo cuando los jóvenes empiezan a ser adultos, cuando ya tienen capacidad para comprender la grandeza de libro tan pequeño, cogen el título bajo el brazo y se nos van a esas universidades, repletas de bibliografía, recortes, erasmus ebrios y fiestas locas.
Y el pequeño príncipe se queda ahí, en las estanterías de la biblioteca de los institutos.  Solo lo coge algún despistado, algún obligado y algún profesor que lo quiera releer por aquello que el mismo libro dice, porque "todas las personas mayores fueron al principio niños (aunque pocas de ellas lo recuerdan)".



27.5.13

Unanimidad versus egocentrismo

Para acabar con una idea no hay nada mejor que exagerarla.
Anoche haciendo zapeo mientras cenaba, me topé con una película en la que Nicole Kidman corría sin tregua para evitar ser contaminada por un virus extraterrestre encerrado en unos zombies de aspecto más o menos normal.  Ya sé que no empieza bien la cosa, parece que esta entrada (¿este blog?) está empezando a ingresar en la serie B.  Lo curioso del asunto es que el virus de marras lo que hacía era simplemente apoderarse de la voluntad de las personas y hacer que todas pensaran al unísono, como un solo ser.  El efecto de esta humanidad zombie unánime era que los conflictos desaparecían y todo era un remanso de concordia local e internacional.  En una escena se veia y oían noticias en la televisión tales como Bush y Chávez abrazándose, Corea del Norte entregando sus misiles o un Irak sin atentados en dos meses.
De modo que lo que a priori se considera deseable, la paz mundial, se convierte en algo indeseable y propio del mismísimo mal: el bien es malo.
Los pocos personajes de la película que no estaban infectados (con la australiana la cabeza) se caracterizaban por tener sentimientos individuales y por sudar, curiosa pareja psicosomática.  Así que la moraleja era algo así como que si todos pensáramos igual seríamos felices, pero no seríamos personas o seríamos extraterrestres en la vaina de un terrícola.  O lo que es lo mismo, el ser humano es individualista y malo, como decía Hobbes, y todo intento de colectivización, comunismo y uniformización conducen indefectiblemente a la pérdida de la identidad y de la esencia misma del ser humano.
Pocas veces me he topado con una defensa más barroca, cienciaficcionesca y bioquímica del egocentrismo capitalista y del sálvese quien pueda.

26.5.13

Frases hechas

He creado dos hashtags en Twitter.  Uno es para hacer seguimiento de Boleros Imperfectos (#bolerosimperfectos).  Anoche fui testigo de otro de sus espectáculos imperfectos en los que la imperfección ya no se sabe si es buscada o hallada.  Leslie se tiró un buen rato desenredando un cable de micro al mejor estilo Peter Sellers o Pepe Viyuela.  Eduardo también tuvo un problema: ponerse un sombrero con patillas y gafas la mismo no tiene la propiedad conmutativa.
Total, una "jartá" de reír que se dio el personal que abarrotó la sala "Las Musas" de La Cala, donde se celebra el ciclo "Tu vecino es un artista".  Yo llegué tarde porque pensé que empezaba a las nueve y media y empezó a las nueve.  Una entrada imperfecta hice pues.

El otro hashtag (luego he descubierto que ya existía) es para ir subiendo #fraseshechas de esas que van saliendo a cada paso y que usamos para convencer, autoalabarnos, criticar, enmendar la plana o decir obviedades.  Aquí van las que he puesto hasta el momento:

- "Todo esto era campo".
- "No, si yo sabía que tarde o temprano tenía que pasar esto".
- "Me he tomado solo un vaso de vino con la comida; bueno, un par".
- "¿Estas qué horas son de llegar?
- "No somos nadie".
- "Te lo dije".
- "No es por nada, pero como la tortilla de mi madre...".
- "Pues anda que tú".
- "Es que es de sentido común".
- "La juventud de ahora no es como la de antes".
- "La gente es que es muy mala".
- "No hay derecho a que...".
- "Ya, ¿pero y si luego...?".
- "No sé de qué me estás hablando".
- "Igualito que antes".
- "El tiempo está loco"
- "Pues cuando yo me operé de..."

Y una sentencia que se me ha ocurrido en medio de las frases hechas:
"Citar a un sabio es un acto de modestia; citar a mil es un síntoma de perplejidad, de dispersión o de tweeterismo".

Y unas fotos del concierto:





Máximo Placer momentos después de la lluvia de ropa interior femenina que sufrió al entrar en el recinto.


Eduardo sufrió un tirón de tanto saludar a la japonesa.







22.5.13

Rápido y furioso

Así se llama, pero en inglés, una película destinada al público juvenil.  El argumento no es sorprendente: va de unos tíos cachas mosqueados que se dan de tortas y revientan coches y aviones a toda hostia.  Ira, sexo, violencia y consumismo parecen ser los ingredientes necesarios para llevar a las taquillas al mayor número posible de adolescentes (y postadolescentes).  Entiendo que alguna identificación debe de haber por debajo de este imaginario.  Es como si la juventud estuviera enfadada con el mundo y viviera unas relaciones claramente hostiles entre sí y/o con los demás segmentos de edad de la población.
Lo del sexo y el consumismo..., bueno, eso mejor no lo explico para no insultar la inteligencia de todos ustedes.
Y la rapidez es propia también de los jóvenes, que están deseando llegar a no se sabe muy bien dónde.  Tampoco creo que ellos lo sepan.  Si lo supieran, quizá no correrían tanto.

20.5.13

Disculpa anual



A modo de disculpa para los lectores de Paralelo 36º, he subido una entrada en la que resumo el año de silencio en aquel blog de Osaka.

19.5.13

Tiranía de las antonomasias

Parece que no hay más deporte que el fútbol.
Parece que no hay más equipos que dos.
Parece que no hay más literatura que la novela.
Parece que no hay más cine que el americano.
Parece que no hay más noticias que las malas.
Parece que no hay más mujeres que las modelos.
Parece que no hay más canción que la última.
Parece que no hay más tema de conversación que la crisis.
Parece que no hay más amores que los prohibidos.
Parece que no hay más alegría que la empaquetada.
Parece que no hay más días para el amor que el de febrero.
Parece que no hay más cera que la que se anuncia.

Parece que no hay más realidad que la que nos intentan imponer o nos imponemos.



Diccionario de la Real Academia Española:

antonomasia.

(Del lat. antonomasĭa, y este del gr. ἀντονομασία).


1. f. Ret. Sinécdoque que consiste en poner el nombre apelativo por el propio, o el propio por el apelativo; p. ej.el Apóstol, por San Pablo; un Nerón, por un hombre cruel.

por ~.

1. loc. adv. Denota que a una persona o cosa le conviene el nombre apelativo con que se la designa, por ser, entre todas las de su clase, la más importante, conocida o característica.


18.5.13

Preocupaciones

Permítanme una deformación profesional.  "Preocupaciones" es palabra que si se destripa descubre su esencia: ocuparse antes, ocuparse con antelación.  Parece indicar esta disección que cuando nos pre-ocupamos somos gente inteligente, que aborda sus asuntos antes de que sea demasiado tarde.  Nos la damos de listos/-as anticipándonos a la realidad.  Pero la realidad es muy rara, apenas sí la entendemos, y al final acabamos ocupándonos demasiado de cosas que luego no son como creíamos que iban a ser, ni tan buenas, ni tan malas.  Nos peinamos, nos compramos unos zapatos y una camisa, nos vamos a una fiesta y, zas, nos tiran salsa de tomate, nos entra hipo o nos olvidamos el móvil encima del piano.  O al revés, acudimos al médico pensando que ya nos van a decir lo de "esta mancha no me gusta" y luego, la mayoría por suerte de las veces (toquemos madera), nos mandan a casa con con gases o con un virus anónimo itinerante (o con ambos).
Una cosa es prever y otra preocuparse.  Pre-vemos que allí hay un barranco y frenamos con tiempo, pero no podemos montarnos en el coche pensando que nos vamos a estrellar contra una farola y pensando además, en medio del atasco, en las mil pre-ocupaciones cotidianas.
Hay una diferencia entre la tranquilidad de espíritu y la inconsciencia, entre la temeridad y la confianza.
Si nos ocupamos demasiado de lo que pasará mañana, quizá no podamos ocuparnos adecuadamente de lo que pasa hoy.

13.5.13

Poesía, astronomía y egocentrismo

Como secuela final y inesperada del libro de poemas A estas alturas, he participado en un proyecto medio estúpido, medio simpático que organiza la Universidad de Colorado.  Se trata simplemente de inscribir en una web tu nombre, el cual grabarán en un DVD que mandarán a Marte a bordo de la nave espacial MAVEN (Mars Atmosphere and Volatile Evolution Mission).  Cualquiera puede hacerlo.  Es gratis, fácil y, como digo, si se quiere, estúpido.  Y te dan un certificado que puedes imprimir para poner en tu currículum o en el pasillo de tu casa.  El nombre se puede acompañar de un haiku (escrito en inglés), pero para que manden el tuyo al planeta rojo hay que ser elegido en un concurso internacional.  Anímense y monten sus nombres en esta nave virtual.
Total, en sitios más discutibles los hemos puesto antes, pongamos por caso las hipotecas.
Aquí está el enlace: http://lasp.colorado.edu/maven/goingtomars/
Les dejo un poema del libro antes citado que, como decimos en Andalucía, "pega" con el asunto tratado.


CONSUELO DE COSMOS


“La Tierra un día cruzará el espacio celeste
convertida en cementerio de civilizaciones;”
Miguel de Unamuno

Cuando te asalten las tristezas del otoño
o las cíclicas astenias primaverales,
o te falten las fuerzas
para acabar los crucigramas
espiando incluso las soluciones de la última página;
debes saber que en Venus
hay nubes de gases a tan altas temperaturas,
que se evaporan hasta los más íntimos pensamientos.

Cuando el amor ponga tus maletas en el porche
y cojas la acera mojada rumbo a otras sábanas,
o en el jardín se te mustien hasta las malas hierbas;
no olvides que allá arriba, en la Luna
por llanuras polvorientas
rueda un intenso desamparo,
como esférico arbusto, seco y sin rumbo.

Cuando la muerte afile su guadaña
en el parachoques de tu coche,
o tus tarjetas de crédito languidezcan
al calor de orgías anónimas;
recuerda que existen galaxias y cuásares,
y púlsares y nebulosas,
tan lejanos entre sí, tan ignorados,
que provocan el llanto insondable
de los tres o cuatro dioses que aún deambulan por el éter.

Has de saber también que se cuentan
más satélites gélidos, que desdeñados amantes,
más cometas errantes, que desmochadas esperanzas,
más soles sin luz, que niños desnutridos,
más agujeros negros, que macilentos manicomios,
más púlsares y meteoritos que traiciones o conjuras,
más olvido que injusticia.

No es nuestro destino lo que está escrito en las alturas;
son las estoicas instrucciones
que nos permiten sobrevivir en este ínfimo astro
envuelto levemente en una tenue capa
de aire más o menos impuro,
que gira ensimismado alrededor de su ombligo magnético,
y en torno a una estrella mediocre,
que hace ocho minutos era
tal y como ahora nos alumbra.

Quien no se consuela
es porque ignora
o carece de telescopio.

Aristóteles entre pupitres


Nunca he sido demasiado aristotélico (o peripatético, que se llama también a sus seguidores).  Siempre me pareció un tipo demasiado ambicioso, demasiado serio, demasiado listo, demasiado filósofo, demasiado, en general.  Me gustan más los pensadores marginales como Epicuro, los raros y oscuros, como Heráclito, los aficionados e irónicos, como Voltaire...  Pero hete aquí que me encuentro una cita del maestro de Alejandro Magno que reza: "La inteligencia consiste no solo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimiento en la práctica".

Perplejo me he quedado con la vigencia y modernidad de la idea.  Da de lleno en la diana de uno de los problemas centrales que tiene la educación en este país (aunque no sea un mal endémico) de listas de reyes godos y afluentes del Miño por la derecha.  Son lo que llaman los pedagogos (esos seres odiados ferozmente por los docentes), las Competencias Básicas.

Algo tan evidente como que, antes hay que saber freír un huevo, que conocer la estructura y la bioquímica del mismo parece que todavía no ha calado en gran parte del profesorado, del alumnado y de la sociedad en general.  Saber, conocer, acaparar teorías, fechas, datos, fórmulas... conforman gran parte del currículum con el que martirizamos al alumnado desde hace... ¿cien años?

Pero mejor que yo lo han dicho muchos, como Philippe Perrenoud (Cuando la escuela pretende preparar para la vida): "Ni el teorema de Tales, ni la ley de Avogadro, ni la ley de Ohm, ni la teoría de Darwin permiten por sí dominar una situación compleja", porque "...los conocimientos enseñados en la escuela no han sido escogidos para preparar para la vida, sino para dar las bases a quienes proseguirán y profundizarán el estudio de una o varias disciplinas más allá de la escuela obligatoria".

¿De qué nos sirve que el alumno sepa quién escribió La Regenta, si ni la va a (querer) leer, ni sabe manejar un procesador de textos? ¿De qué sirve al 90% de la población despejar ecuaciones de dos incógnitas, si apenas sabemos cuánto ni por qué nos cobra el banco por las hipotecas? ¿De qué sirve conocer el funcionamiento de la fotosíntesis, si no aprendemos a respetar la naturaleza? ¿Es que preferimos conceptualizar antes que implementar, teorizar antes que vivir, leer libros de recetas antes que ponernos el delantal o comernos el cocido?

12.5.13

Vuelven los vídeos-haikus

Un poco en la línea de los vídeo-haikus que ya publiqué hace tiempo, he subido este pequeño paseo en bicicleta bajo un parque de cerezos en Neyagawa (Osaka).  He mantenido el sonido original, para dar más verosimilitud a unas imágenes que parecen falsas, a fuerza de hermosas.

http://www.youtube.com/watch?v=lzoqOo23wIQ&feature=youtu.be


Dos confusiones y media sobre la lectura

1.- Confundir la lectura con los libros.
Se puede leer sin libros.  Ahí está la red, palpitante de peces chicos y grandes de distintos sabores y calidades.   Ahí están los libros electrónicos, de los que ya he hablado en otra ocasión.  Ahí llevan miles de años las arcillas mesopotámicas y los jeroglíficos egipcios.

2.- Confundir la lectura con la literatura.
A pesar de los libros de autoayuda, alguna (auto)biografia y el intento de diversificar el mercado con la doble lista ficción / no ficción
, la mayoría de las ventas se concentran en la literatura, concretamente en la novela.

2.b.- Confundir la literatura con la novela.
Cuando se pregunta a alguien qué libro está leyendo, extraño será que afirme que está leyendo a Shakespeare, a García Montero o a Jovellanos.  Cunde la idea de que la literatura es más evasión que otra cosa, a pesar de la poesía y el ensayo, géneros que profundizan en el yo y en el ello, que diría Freud.  El teatro, el pobre, no se pensó para ser leído, sino visto y oído.  De todas formas, no nos lamentemos por él, su hijo, el cine, como Hamlet, ya lo ha vengado suficientemente.


11.5.13

Metafísica del títere

Andan los de El Espejo Negro por Castilla, concretamente en el Titirimundi, un festiva de títeres que celebra anualmente en Segovia anualmente desde hace años.  Como no podría ser de otra manera, sigue la gira triunfal que iniciaron en Málaga en enero de este año. Estoy recibiendo muchas fotos y vídeos interesantísimos y en ellos revivo esa sensación ambivalente del títere, que por un lado es un símbolo de autonomía mágica de los objetos y por otro, de lo contrario, de control y manipulación extrapersonal.

Los títeres siempre me recuerdan aquella memorable escena de Niebla de Unamuno, en la que el protagonista, Augusto Pérez, visita el lugar en el que el autor, el propio Unamuno, está escribiendo la novela que en esos momentos leemos.  Augusto le pide vivir más tiempo, pero don Miguel, entre endiosado y aburrido. le anuncia que lo va a matar en el próximo párrafo.  Entonces el personaje monta en cólera y le recuerda al escritor que quizá él también sea un ser de ficción creado por no sé sabe qué dios o demiurgo.

Cuando veo un espectáculo de títeres, algo trascendental se dispara.  Me da la impresión de que pensamos (lo mismo ustedes piensan otra cosa, son libres de hacerlo) que el muñeco tiene vida real y que nosotros somos él, a pesar de que vemos los hilos y al que los maneja.

Preferimos estar vivos sin libertad que muertos con ella, ser una princesa cuyo destino maneja un tipo con barbas de Cuenca, que un puñado de tela y madera bajo un montón de hilos flácidos.

Es la plasmación teatral de que hay algo más allá que rige nuestros actos.  Para algunos esto es superstición, para otros trascendencia, religiosidad tal vez.  No sé si esto es triste o importante.  Quizás ambas cosas.

---

Aquí van dos fotos de Susana Fernández, alias la pérfida Magdalena de La venganza de don Mendo.



9.5.13

Colegas

Recuerdo aquellos años setenta y ochenta, en los que la palabra "colega" degeneró hasta convertirse casi en el preludio de un atraco:
     --Colega, ¿me das un cigarro?...

Pero colega en realidad es la persona que trabaja con uno/-a, según cuentan los etimólogos.
Me apetece hablar un poco de este asunto, tan vilipendiado sobre todo por la literatura y el cine.
Hace poco me paré a reflexionar unos segundos (cosa poco habitual en mi despacho, que es una especie de frenético pasaje del terror académico) y calculé grosso modo (muy, muy grosso) que en los centros de trabajo suele haber casi un 70% de colegas que hacen su trabajo de manera correcta, adecuada y efectiva, un 15% que lo hacen exquisitamente, innovando, haciendo lo que no es su obligación, ayudando a los demás, simplificando embrollos, buscando soluciones, resolviendo conflictos... y un restante 5% que no entra en ninguna de las categorías anteriores.  Como es natural de estos últimos es de los que se está hablando siempre, porque los medios de comunicación se dedican a amplificar solo los problemas, los errores y lo anómalo; nunca el cotidiano, silente y fructífero día a día de las aulas.

Pero hoy, coincidiendo con la huelga general de la enseñanza, no quiero discutir los pros y los contras de la misma, sino homenajear a tod
os los/las colegas que he tenido a lo largo de todos estos años, de los que tantas cosas he aprendido.  Muchos están todavía conmigo, trabajando codo con codo en despachos, aulas y pasillos.  Otros pasaron y andan por otros lugares esparciendo su ejemplo y saber hacer.  Sin su colaboración todo sería de otra manera, a no dudar, peor.
Gracias a ese 95%.

8.5.13

El viejo truco


(una entrada que no va a gustar a casi nadie)

Más antiguo que el fuego, este truco consiste en que los poderosos enfrentan a los pobres para alcanzar sus objetivos o esquivar responsabilidades.  El truco adopta diversos aspectos según la coyuntura histórica.  Así, se montan guerras en toda regla o guerras sin cuartel esgrimiendo nacionalismos, regionalismos, idealismos o religionismos...   Se enarbolan (o desempolvan) tradiciones dispares gastronómicas, santos sepulcros, infidelidades a libros sagrados, diferencias raciales, ideológicas, filológicas incluso, lo que sea, para convencer a los pobres soldaditos de que deben lanzar plomo contra los soldaditos de enfrente, que tienen otro pelo, otras ropas, otras comidas, otro sistema consonántico...

Hoy en día, como casi todo, el truco es más sutil, pero igual de truco.  Ya están consiguiendo que el pobre le eche la culpa de su pobreza a los otros pobres (fraudes de desempleados) o a los trabajadores (funcionarios que no dan palo al agua), o a los mismos (¿los únicos?) que los defienden (los sindicatos).  No seré yo quien ponga la mano en el fuego para decir que no hay parados que trabajan en negro, ni funcionarios de desayunos y bajas semieternas, ni sindicalistas prófugos de la tiza, la pistola o la manguera.  Lo importante es que esa casuística más o menos cierta, más o menos amplificada, es la cortina de humo que esconde la única verdad: la gran tajada se la han llevado los de siempre, la causa primera de toda esta crisis (por ahí está estudiado, lo mismo hasta hay cien tesis doctorales) no han sido los trabajadores, ni los jornaleros del PER, ni los enlaces sindicales, ni Chaves, ni Chávez, ni Zapatero, ni los alemanes en general, ni siquiera Rajoy y si me apuran, ni Angela Merkel. Otra cosa que algunos de esta lista se merezcan nuestro reproche por acción u omisión, activa, pasiva o perifrástica.

Pasen y vean.  El truco está servido.  Los trileros (¿títeres también?) de los medios de comunicación tiene en sus manos seguir moviendo los cubiletes hasta marearnos o levantar el tenderete y lanzarlo por los aires, como hizo Jesús de Nazaret con los mercaderes en el templo.

P.S.: Vaya, aunque no soy un cura comunista, parece que me ha salido una entrada un poco marxista, un poco cristiana. Salud y amén.

P.S. 2: Por casualidad acabo de encontrar un artículo que ejemplifica muy bien lo que digo.

Regreso al Paralelo 36º

Después de un año de silencio, he vuelto a escribir en el blog de Osaka Paralelo 36º.  Este es el texto que he mandado:




"Queridos amigos de Paralelo 36º, de un tiempo a esta parte en España se está poniendo de moda la costumbre de la disculpa, de pedir perdón.  El modelo inicial fue el rey, que después de volver de África, donde se dedicó a la caza del elefante en medio de la crisis económica, se colocó ante las cámaras y declaró: “Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir” (cito de memoria).  Luego le siguieron varios políticos y más gente en el ámbito público y privado.  Nunca en España se habían dado tantos arrepentimientos.  El español es más de seguir el viejo adagio de “mantenella y no enmendalla”, que quiere decir que se insiste en una idea, aunque se sepa que es un error o una injusticia.

Pues bien, ahora me toca a mí:  lo siento mucho.  He estado casi un año exacto en silencio desde la última entrada.  Desde entonces han pasado muchas, muchísimas cosas, de diverso carácter e importancia.  También ha habido viajes a Japón, tres desde entonces para ser exacto.  Ha habido estrenos teatrales, publicaciones en España y Japón, premios cinematográficos familiares.  Y no sigo por si ustedes han tenido a bien visitar el blog Monte Coronado.

En otra entrada les dejaré unos enlaces para que repasen los eventos más destacados de este último año en los que ha participado un servidor de ustedes.

De todos ellos quiero resaltar algunos:

1.- La visita a Shirakawa-go y Takayama.  Conocer esa parte montañosa y profunda de Japón fue muy bonito e interesante.  Los paisajes son espectaculares y recomiendo siempre que puedo a mis amigos que la visiten cuando vayan a Japón.

2.- La visita a Hokkaido.  Un encuentro con la naturaleza pura, con el cielo más claro y con las ancestrales tradiciones ainus que nunca olvidaré.

3.- La publicación de una serie de textos que el profesor Shoji Bando de Kyoto Gaidai me encargó para el libro 60 capítulos para conocer la España actual.  El hecho de que hayan confiado en mis humildes conocimientos para dar a conocer a los japoneses qué es y cómo está España en la actualidad es algo que me llena, como se dice a veces de manera tópica, de orgullo y satisfacción.  Y quiero darles las gracias a Alejandro Contreras, director de la revista Acueducto, y a todos ustedes por haberme abierto ese camino con Paralelo 36º

4.- El inicio de mis clases de japonés en el Centro de Estudios Asiáticos de Málaga.  Todavía soy un mero principiante con poco más de cincuenta kanjis memorizados, pero progreso adecuada, aunque lentamente.

5.- El disfrute total de los sakuras en esta primavera, ya que ha coincidido totalmente con mi último viaje.  Por primera vez he vivido día a día la evolución de la floración y he paseado junto a las familias que comían bajo los cerezos.  Ha sido una experiencia inolvidable que pocos turistas tienen la suerte de disfrutar.  Como suelo decir, ya no me considero un turista al uso, sino más bien un visitante asiduo con muchas ganas de seguir siéndolo.

Aunque no sé si me han echado mucho de menos o si, incluso, me han olvidado totalmente (cosa que comprendería perfectamente), siguiendo el ejemplo de nuestro monarca, les digo: “Me he equivocado y no volverá a ocurrir”.

Hasta pronto.  Lo más pronto posible".

7.5.13

Templo de Kioto

Nuestra corresponsal en área de Kansai se fue ayer por la mañana a visitar el templo Tofuku-ji de Kioto, uno de los más importantes de la secta rinzai del budismo zen.  Su nombre es el resultado de mezclar los nombres de dos templos preexistentes en Nara, Kofuku-ji y Todai-ji.  Data del año 1236, aunque su karesansui (jardín seco) fue diseñado en los años treinta del siglo XX por el arquitecto Mirei Shigemori.
Aquí les dejo las fotos.  Creo que merecen la pena dedicarles unos momentos.












































6.5.13

Artes y ciencias

Hace unos días andaba retocando unas recientes grabaciones que he hecho con mi cantante Eduardo.  En un momento dado me encontré volcado sobre la pantalla bajando una línea de volumen de uno de las diez pistas de instrumentos que había en aquella canción en concreto.  A veces, para que no suene mal, es necesario ajustar la salida o entrada de un piano o una guitarra hasta unidades inferiores al segundo.  Y entonces tuve una especie de minirrevelación.

Cuando se habla de ciencia la gente piensa en unos procedimientos y unas personas exactas, serias y meticulosas, que sopesan sustancias, analizan gráficos o recuentan leucocitos ataviados con una bata blanca.  Cuando se habla de artes, la gente imagina a unas personas más o menos alocadas, despeinadas e informales, bebiendo cerveza o bourbon, charlando en tertulias, mirando el infinito desde un acantilado o haciendo incursiones en lo inconsciente a base de absenta, peyote o amores contrariados.

Lamento comunicarles a quienes se rijan por esta dicotomía que es rigurosamente falsa.

La exactitud del violinista (que no desafina aunque su instrumento no tenga trastes), la del actor que se detiene justo en el centímetro en el que le indica el director, justo después de darse una carrera de doscientos metros (por ejemplo); la del poeta que mide sílabas, calcula rimas, sopesa consonantes y coloca acentos para generar el ritmo; la del compositor de bandas sonoras, que hace coincidir la caída de un vaso con cierta nota sostenida de un clavicordio o un oboe, etc., etc., no tienen nada que envidiar a la del biólogo marino que cuenta estrellas secas o suspiros de delfín.  Y no hablemos de los físicos cuánticos, que trabajan más con probabilidades que con certezas, acercándose en ocasiones demasiado a los corredores de apuestas más que a los agrimensores, por citar indirectamente a Kafka.

Así que cuando oigan cosas como "este chico es muy serio, formal e inteligente, va para médico o ingeniero" saquen la pistola, como dijo Goebbels.  Y cuando oigan a alguien decir "esta muchacha es una cabeza loca, está todo el día cantando por las esquinas y pintando corazoncitos en los pupitres, va para artista", saquen esta entrada y hágansela leer.

5.5.13

De madres, niños e ideogramas

Hoy ha sido el día de la madre en España.  En Japón es el día de los niños y por todos lados cuelgan unas carpas de colores que son medio cometas, medio banderas y que se llaman koinobori.
El ideograma de mujer y el de niño se combinan para generar otro que significa amar, gustar o favorito y que se pronuncia suki.
Pido perdón a los eruditos de la caligrafía japonesa por mi letra.
Así, por ejemplo, "Me gusta el agua" se dice "watashi wa mizu ga suki" (私は水がき)
Saquen las conclusiones o moralejas que quieran.  A mí se me ocurren un par, pero me las reservo para mí mismo.


No tan afortunado

Al parecer, el vídeo de Júpiter no es visible en todos los sistemas operativos, así que lo he subido a Youtube.  Eso me pasa por decir que soy tan afortunado.

http://www.youtube.com/watch?v=rgAAbRjB2ps&feature=youtu.be

4.5.13

Regreso afortunado

Mi vuelta a la astronomía amateur ha venido acompañada esta noche por un cielo claro y una conjunción de satélites de Júpiter, colocados simétricamente a ambos lados del planeta.

La grabación que les presento a continuación ha sido posible gracias a un objeto curioso que compré hace tiempo y que no había usado hasta ahora.  Es un conjunto de hierros y tornillos que fijan el Iphone al telescopio (o a un microscopio) y que permite hacer fotos o grabaciones de vídeo con muchísima más estabilidad que con las propias manos de cada uno.  Es algo parecido a esto.


Los satélites son (desde abajo hacia arriba): Calisto, Io, Europa y Ganímedes (este último apenas es visible).

He mantenido el sonido original de la grabación (coches y ruido urbano de fondo) para comunicar la realidad de un suceso que ocurre cada noche encima de nuestras narices, no en lejanas galaxias o tiempos futurísimos.


Prosas domésticas

A este paso lo mismo me hago rey porque vuelvo a pedir perdón.  Primero por la tardanza, que explico más abajo en una nota. Después porque prometí que iba a colgar un relato gratis en Amazon como resarcimiento de las erratas que se colaron en "Papeles rotos" y no he podido (o no he sabido).  Me explico: lo he hecho, pero me ha resultado imposible fijar su precio en cero euros.  Parece que para eso hay que declarar que es de uso público total y que yo no soy el autor.  El precio cero se usa también para edición de textos antiguos que carecen de derechos, clásicos y demás.  Así que, como ya había terminado el proceso de edición, pues he incluido más textos y lo he convertido en algo más que un relato suelto.
Les aseguro, juro y prometo que no ha sido una estrategia publicitaria.
Aquí va el prólogo que explica un poco el contenido:


Este conjunto de ensayos, anécdotas, apotegmas y relatos aborda, desde el recuerdo y la reflexión, momentos de la vida del autor y de su entorno.
     "Cuatro prosas domésticas y un relato para andar por casa”  fueron premiadas hace ya… demasiados años.  Figúrense cuántos, que obtuvieron el primer premio del certamen de Jóvenes Creadores del Ayuntamiento de Málaga.  Jóvenes, ahí es nada, divinos tesoros. 

     Son cuatro textos que se acercan a la prosa poética, pero tampoco buscan demasiado el lirismo, entendido como exacerbación sentimental o estética.  Ahora me parecen más retazos de un diario que nunca escribí, barnizados convenientemente con una pátina de ironía y erudición, malsanas ambas.
      “Venga, siempre” es el “relato para andar por casa” y resulta de índole quizás demasiado verbalista y experimentalista, (cosas de la época o la edad).  Pueden saltárselo si quieren.  Sin rencor.  Los protagonistas son ficticios, pero los personajes secundarios que se citan sin son reales.
      El resto es una variopinta colección de escritos multiformes y pluritemáticos. 
      La segunda sección (“Prosas coronadas”) está formada por entradas del blog Monte Coronado (montecoronado.blogspot.com, 2007-2013), que giran en torno a anécdotas vividas u oídas (“Verba volant”) a lo largo de estos y otros años.  No son todas las que están ni están todas las que debieran.  Tampoco es cuestión de apurarlo todo.  Dejemos un resquicio a la imperfección, es decir, a la “incompletitud”.  Cuando algo está perfecto es que ha terminado y la creación nunca acaba.  Lo dicen los que saben de estas cosas: el universo está siempre evolucionando, buscando su propia perfección, pero nunca lo consigue.  Si lo hiciera, el tiempo se detendría y nos quedaríamos (meta)físicamente pasmados, perfectamente estáticos, tiesos, hieráticos… algo así como muertos.
      El texto titulado “El Monte Coronado explicado a los japoneses” se publicó inicialmente en el blog Paralelo 36 de Osaka (Japón) y más tarde lo subí a Monte Coronado.  Igual suerte corrieron “La frontera azul” y “De trenes, cámaras y haikus”.
      La tercera parte (“Prosas tuiteadas”) es una recopilación de tweets azarosa y asistemática, un homenaje digital a Oscar Wilde, Groucho Marx, Marcial y Ambrose Bierce.
      En la cuarta (“Prosas redivivas”) aparecen textos muy antiguos (del siglo pasado  algunos), que dormían el sueño de los justos en los sucesivos discos duros que he ido llenando en estas décadas.  Han pasado de unos a otros, primero en disquetes, luego en cederrones, más tarde en pendrives…  Parecían esos muertos criogenizados que esperan helados la hora de su resurrección.  Varios de ellos fueron publicados fugazmente en la sección de “Cartas al director” de algún periódico local.
      Espero que entre tanta diversidad puedan ustedes ver alguna unidad, alguna intencionalidad, algo así como una voz, un atisbo de coherencia, que me ayuden a encontrarme a mí mismo, si es que eso puede ser y/o resulta conveniente.

Y este es el enlace en Amazon. 

NOTA: Ha habido un retraso en la publicación porque en el prólogo aludía a dos blogs de los que he sacado los textos.  En Amazon lo han leído y han querido cerciorarse de la autoría, para evitar que nadie publique materiales de otro sin permiso.