13.3.11

Souvenires simbólicos


En el avión de vuelta cogí de un estante y me puse a leer The Times, no por querer parecer infructuosamente un gentleman, sino porque era el único cuyo tamaño se presta a ser manipulado en la butaquita de turista del Airbus. Junto al reportaje sobre el desastre de Japón había una pequeña reflexión de Ben Macintyre sobre el famoso cuadro de Katsushika Hokusai "La gran ola de Kanagawa" (神奈川沖浪裏 Kanagawa oki nami ura). Si bien esa ola (nami) no es de puerto (tsu), sí refleja la impotencia del hombre frente a la fuerza del mar. Incluso el sagrado Monte Fuji aparece bajo las garras de espuma, como un tímido triángulo que va a ser despedazado de un momento a otro. Para remarcar la relación entre la ola y el volcán, de la cresta caen unos trozos de espuma que no se sabe si son tales o copos de nieve. Y los hombres de la barca ya casi son parte del mar, están a su merced, invisibles en una primera mirada.
Cuando me fui a meter en la cama la primera noche después del viaje, me encontré bajo la almohada una camiseta preparada. Casi la tiro limpia al cesto de la ropa, pero al final dormí con ella. En el pecho estaba impresa "La gran ola de Kanagawa". Souvenires simbólicos.
NOTA: (Escrito dos días después del terremoto y tsunami ocurrido en Japón el 11 de marzo de 2011, justo el día que volaba de vuelta a España).

MONTE CORONADO 2.0

OTRAS ENTRADAS SOBRE JAPÓN: AQUÍ.
ENTRADAS SOBRE ZEN: AQUÍ
ÍNDICE DEL BLOG: AQUÍ.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno. Sigue hablando y escribiendo de este país. Yo te lo agradezco mucho. Es lo único que podemos hacer en este duro momento.