En los parques de Nikko me encontré con este buzón un poco británico.
Por una tremenda coincidencia fonética (paronomasia) hay algunos productos de Nikko con este inquietante adjetivo del castellano.
Esto que parece una gasolinera es un taller. Me puedo imaginar la celeridad y eficacia de las reparaciones con ese aspecto de paso que tiene. Los vellos de punta se me ponen cada vez que tengo que ir aquí a un taller oficial, oficioso, legal, cuasilegal o lo que sea. O te clavan o te tienen dos semanas cogiendo autobuses y metros que llegan tarde. Si llegan.
Curioso nombre para una galería comercial de Utsunomiya.
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