Y justo al lado de la tecnología, el neón y la hipermodernidad, está este sitio para comer, debajo de las vías del shinkansen o tren-bala.
Uno de los escasos lugares donde se puede ver carne y, mucho menos, salchichones.
El famoso cruce de Ginza. Los vehículos al girar pasan longitudinalmente por encima de los pasos de peatones. Caos aparente.
Este escaparte consiste en un vídeo de una mujer que sopla y un pañuelo de seda que se agita sincronizadamente con la imagen. Simplicidad, tradición, tecnología y originalidad.
A ver qué horas tan raras son ésas para acostarse.
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