Acorde con el ambiente semanasantero he leído este impresionante ensayo del siempre sorprendente Cioran.
Partiendo de su visión amarga, paradójica y pesimista del universo, del yo y de los otros, va levantado capas de la idea de Dios y de la de aquéllos y aquéllas, santos y santas, que se acercaron a Él.
Algunas citas memorables:
-- "El mundo moderno ha sucumbido a la tentación de las cosas acabadas".
-- "Las lágrimas son el criterio de la verdad en el mundo de los sentimientos".
-- "Si la verdad no fuera tan aburrida, la ciencia habría eliminado rápidamente a Dios (...) Dios es una ocasión de escapar de la abrumadora trivialidad de lo verdadero".
-- "La teología es la negación de Dios. (...) Todo lo que es institución y teoría deja de estar vivo".
-- "Rusia y España: dos naciones embarazadas de Dios. (...) El ateísmo ruso y español está inspirado por el Altísimo. Mediante el ateísmo, Él se defiende contra la fe que le consume. Dios acoge con los brazos abiertos a los ateos, sus hijos...".
-- "El ocaso de un pueblo coincide con su máxima lucidez colectiva".
-- "El desapego a la vida engendra un gusto por la rigidez. (...) El gusto por las formas revela una inclinación secreta por la muerte".
-- "¿Quién se jacta de no sufrir?".
-- "Cuantas menos esperanzas tenemos, más orgullosos somos, hasta el punto de que orgullo y desesperación se desarrollan juntos..."
Antes que se me olvide. He encontrado una cita que corrobora una opinión mía de otra entrada: "...y si envió a su hijo para que nos quitara de encima una parte de nuestras penas, lo hizo no por compasión, sino por remordimiento".
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