Henos aquí, entre la memoria y la esperanza, que es como decir entre el ayer y mañana, amenazados por el olvido y el casandrismo, por los nostálgicos, los apocalípticos, las memorias en cinco tomos y los futurólogos telefónicos.
Nunca sabremos quién le dio la última puñalada a César o si Shakespeare era analfabeto. Ignoramos también quién marcará el último gol esta noche o qué número tocará en los ciegos de algún día de marzo de dentro de veinte años.
Y sobre el presente, qué añadir a los versos del maestro Manrique, hijo del maestre:
Pues si vemos lo presente
como en un punto se es ido
y acabado...
¿Qué nos queda pues sino aspirar hondo, mirar por las ventanas, saborear caramelos, ducharnos sin prisa, canturrear en los atascos, acariciar manos, esperar, luchar, beber agua de los botijos del verano, perder, ganar, empatar, no claudicar, untar bien la mantequilla, inspirar, hacer crucigramas, no hacer promesas, espirar, tal vez dormir, "sin esperanza, con convencimiento" (Ángel González)...?
Como decía aquella vieja canción de mis años hirsutos
No sé si estoy en lo cierto.
Lo cierto es que estoy aquí.
Otros por menos han muerto:
maneras de vivir.
No esperen ninguna moraleja. Las moralejas son apéndices infantiles, como las coletas o los mocos, que, se supone, sirven para sobrevivir o sobrellevar el futuro, esa región ignota, invisible, inodora e insípida, sobre la que planean enormes cisnes negros.
NOTA PEDANTE GRAMATICAL: Los imperfectos son aquellos tiempos verbales pasados o futuros que no han acabado, que no son perfectos (in + perfectus), como algunas esculturas de Miguel Ángel o ciertos boleros.
1 comentario:
Lo más inteligente... vivir el aquí y ahora, ponerle ilusión a lo que uno hace, zambullirse en la belleza del lugar y del momento, volver por momentos a la infancia de la mano de un niño, expresar amor y compartir con los seres queridos, aspirar por todos los poros de la piel esa extraordinaria
nebulosa de energía positiva que genera la amistad y que yo llamo feeling. Ser fiel a uno mismo y quererse, porque para para un presente imperfecto continuo que vivimos, ¿pa qué nos vamos a andar con tonterías?
Filakia!
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