30.7.12

Identidades asesinas

No ignoro que el título de esta entrada es el de un ensayo de Amin Maalouf, escritor originario del Líbano, un país donde saber quién es uno y quiénes son los suyos fue (y sigue siendo) un asunto vital en el amplio sentido de la palabra. Piensa Maalouf que la identidad es algo nocivo y artificial que acarrea separatismo y violencia.
Esta mañana durante un paseo filial me he encontrado con esta pintada hiperbólica que refleja semejante manera de enfrentarse al mundo (dicho esto con todas las segundas posibles).


Hay dos explicaciones. Una es que el grafitero sea un fan de la poesía de Vicente Aleixandre y considere que, como Málaga es la Ciudad del Paraíso, fuera de ella solo existe la muerte y el acabose. La otra es que el dueño del espray sea una especie hooligan boquerón. Ustedes escojan, pero yo tengo mis sospechas, (basadas mayormente en la falta de tilde de la primera sílaba de "Málaga", que, aunque vaya en mayúsculas, hay que colocársela).
Los espectáculos deportivos fomentan el nacionalismo, el regionalismo, el "ciudadanismo" (no confundir con la ciudadanía), el "barrismo", el egoísmo... En los Juegos Olímpicos las televisiones cubren preferentemente los eventos en los que hay alguna posible medalla para traerse al suelo patrio. Se dijo que la ceremonia de inauguración fue demasiado "británica". ¿Qué se esperaba de un país que cuando hay niebla en el Canal de la Mancha dice que el continente ha quedado aislado?
En el desfile de los países que participan 1 me llamó la atención la existencia de un equipo olímpico, es decir, unos atletas (tres creo que eran) que no pertenecen a ningún país por razones administrativas seguramente muy aburridas.  Me pregunto por qué no son todos los participantes así, participantes a secas, gente que va, corre, pega saltos gigantescos, rema, dispara o lanza venablos sin matar animales. Luego se sube a un cajón y coge su medalla.  Si quiere, como mucho, se le pone una canción que le guste para adornar el acto, algo de Madonna, del Camarón o de Ravi Shankar.
¿Qué me importa a mí si la mujer que nada más rápido es de Huesca o de Andorra? ¿Qué gano yo partiéndome los ojos escudriñando las banderitas de las listas de maratonianos a ver sí hay algún nombre precedido de los colores rojo y gualda?

1) El amigo Comentador de Ocaña y un servidor batimos el primer récord olímpico al generar 122 comentarios en Facebook acerca de las indumentarias de los desfiladores y de los propios comentarios del personal de TVE, que en un momento confundió Arabia con Palestina y soltó perlas como "un perfil bajo de medallas", "delegación diminuta pero muy contentos" o "uno de los deportistas del mundo mundial".

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