
La cosa va a estar muy difícil y solo confío ya en la benevolencia del respetable.
Elisabeth ha demostrado una erudición y una claridad de ideas inmejorables, de modo que han sido cuarenta y cinco minutos muy amenos e instructivos. Y Carlos ha sabido contextualizar y presentar la dimensión humana de Chavela Vargas hasta llevarnos a todos al borde de las lágrimas.
Ambos son un ejemplo más de la calidad del profesorado de la educación pública española, que sigue al pie del cañón, a pesar de los pesares, y se presta a ofrecer su tiempo y compartir sus conocimientos de manera total y absolutamente desinteresada.
Pero les dejo ya, que me tengo que poner a preparar mi charla para intentar quedar por lo menos la mitad de bien que ellos.
Me toca el lunes que viene a las 18:00 h.
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