La oferta consumista del capitalismo es infinita. a.- Hace una semana fui a comprar manzanas a un supermercado de origen alemán y acabé con un ukelele en el carrito. Es una de mis manías más caras, coleccionar instrumentos musicales, casi siempre de cuerda. Dada mi experiencia previa como guitarrista mediocre y pésimo bajista, me hice con los acordes de este instrumento muy rápidamente.
b.- Esta tarde he estado navegando en busca de vídeos interesantes y he dado con algunos memorables de Groucho Marx en su época de anciano y también he rememorado la famosa escena del camarote de Una noche en la ópera.
c.- Después me he ido al sofá a practicar con el ukelele y he puesto la tele como fondo luminoso. En esto que aparece Jack Lemmon, al que acaba de ver entregándole a Groucho Marx el Óscar a toda su carrera. Está vestido de mujer metido en la litera de un tren nocturno. Todos ya saben de qué película se trata, aquella en la que Marilyn Monroe toca... ¡el ukelele!: Con faldas y a lo loco (Some like it hot). Están los dos solitos bebiéndose el güisqui que le han robado a Tony Curtis, pero empiezan a llegar las otras chicas de la banda y la litera se convierte... ¡en el camarote de los hermanos Marx!
No sé si esta anécdota tiene ningún orden, sentido ni moraleja. Nadie es perfecto.
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