Sumido como estoy en el vendaval del final de trimestre, pues ando más por aulas, despachos y pasillos que por casas, calles o supermercados.
En ese contexto he vivido dos momentos reseñables.
1.- En la sesión de evaluación de un grupo bilingüe los alumnos entraron a dar su opinión sobre ellos mismos y los profesores. Cuando acabaron, dieron las gracias y se iban a retirar, pero una profesora que imparte las clases en inglés (y que no es de la asignatura de inglés) les pidió que volvieran a dar las gracias usando esa lengua en la que están trabajando. Y la alumna, sin cortarse un pelo, empezó a hablar sin el más mínimo (y famoso) pudor hispánico. Lo que me agradó no fue la mayor o menor fluidez o corrección gramatical con que se expresó, sino la plena e inmediata disposición a hacerlo, que, como se sabe, es más de la mitad de lo que se necesita para conseguir las cosas en la vida. Es el fruto de mucho esfuerzo por parte de la administración, del centro, de los compañeros que explican en inglés sin ser licenciados en filología inglesa, de los alumnos/-as y de sus padres.
Moraleja: recomiendo a todos los padres y madres que tengan hijos en edad de entrar en enseñanzas bilingües de centros públicos que aprovechen la ocasión. Dicen (no tengo tiempo ni para leer el periódico) que el próximo gobierno va a fomentar e incrementar el bilingüismo. No seré yo el que haga oposición a este respecto.
2.- Llego a mi clase de 2º de ESO y me encuentro al alumnado excesiva y sospechosamente callado y concentrado en la lectura de sus respectivos libros, a la que dedicamos los quince primeros minutos de todas las clases, dentro de un ambicioso y fructífero "Proyecto de jóvenes lectores". Al llegar a la mesa entre tan erudito e infantil silencio encuentro una cuartilla escrita a mano. El alumno que estaba más cerca de la mesa miró de reojo para ver si yo la veía. Se trataba de una escrito que me elevaban para solicitar un cambio de fecha de examen en estos términos:
"Profesor Ángel Montilla:
Los alumnos de 2º F hemos coincidido en la opinión de cambiar el examen de sintaxis para después de las vacaciones de Navidad, debido a que queremos estudiarlo mejor y con mayor tranquilidad.
Saludos.
Firma del delegado"
Ni que decir tiene que ante semejante corrección cívica, caligráfica, ortográfica, léxica y morfosintáctica, la petición ha sido atendida y aceptada.
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