14.7.13

La guapa y el WIFI

Movido por el azar y por evitar la publicidad de tantísimos laxantes (¿síntoma de atoro social?), di con un reportaje dramatizado que atrajo mi atención.  He aquí un resumen.
Hedy Lamarr, judía nacida en Austria, fue una niña superdotada que a los dieciséis años empezó a estudiar ingeniería.  Luego le dio la ventolera artística y se pasó al teatro.  En el 33 hizo una película (Éxtasis) en la que aparecía diez minutos como Yahvé la trajo al mundo, en lo que está considerado el primer desnudo integral de la historia del cine (comercial, algunos reyes los saben). Posteriormente le dio otra peor y se casó con un industrial que proveía de armamento y sistemas de comunicaciones a los nazis antes de la guerra.  Se divorció y marchó a América, donde hizo fortuna como protagonista de películas de fama internacional con directores y actores como Cecil B. de Mille, Spencer Tracy, Clarke Gable... Incluso estuvo a punto de ser la problemática amante de Bogart en Casablanca.

Pero la gracia de esta historia radica en que antes de lo de Pearl Harbor, esta chica muy mona y muy lista ideó un sistema para guiar torpedos por radio.  Ni caso.  Al personal científico y culto del gobierno y las universidades no le entraba en la cabeza que aquel bombón fuera un coco y rechazaron su propuesta, que había diseñado con la colaboración de su pareja, el compositor George Antheil, exfuturista y exdadaísta, compañero de farras parisinas de Picasso, Tzara, Joyce y demás.  El núcleo de la idea se basaba en el sistema de funcionamiento de las pianolas, unos pianos que tocaban solos merced a un disco perforado que giraba en su interior.   Hasta el 57 no se puso en práctica la idea, aunque la empresa que lo hizo reconoció la patente que habían registrado Lamarr y Antheil en el 42.  El sistema ideado por la parejita de artistas es la base del WIFI y otros sistemas de comunicación.

¿Posibles moralejas?
Que la división entre ciencias y artes es más falsa que una web de contactos.  
Que las mentes humanas están compartimentadas y no admiten que la belleza junto a la inteligencia. 
Que el dadaísmo a lo mejor fue una gigantesca tontería que dispara(ta)ba la mente de sus seguidores hasta llevarlas a lugares donde otras no llegaban. 
Que Hollywood siempre ha estado atestado de inmigrantes listísimos que hacen casi siempre banalidades para ganar dinero y seguir siendo listos.
Que a la gente no se le hace caso por su cara bonita.

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