...de parados son muchos millones. Ignoro cuál es el tope de desempleo que puede soportar una sociedad sana y civilizada, como se supone que es la nuestra. Quizá seamos más civilizados de lo que suponíamos. O quizá los más civilizados sean esos seis millones, que soportan estoicamente los vaivenes especulativos de banqueros anónimos que provocan crisis monumentales como esta. Si entendemos como civismo o civilización la capacidad para vivir en sociedad, es decir, de dar para recibir, respetar para ser respetado, etc., los que defraudan enormes cantidades de dinero al fisco (a nosotros, a los parados también), los que falsean cuentas de partidos, los que directamente roban, venden o destruyen lo que es de todos, los que hacen firmar cláusulas abusivas... están poniendo a prueba los límites de la paciencia cívica general. Por suerte, los jueces ven lícito que la gente proteste de forma pacífica. Si no fuera así, igual se protestaría de otra forma.
Mientras tanto, los parados siguen con su calvario de currículos, exilios, infracualificación, falta de experiencia y sus excesos de edad.
Si es verdad que la economía se mueve por ciclos y tras esta tempestad vendrá la calma, esperemos que el estándar ético del país haya subido unos puntos y que la próxima crisis sea más leve y, con un poco de suerte, menos inmoral.
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