1.10.11

Inocuidad y desenfado en la política


En respuesta al aluvión de críticas recibidas por sus declaraciones sobre el habla de andaluces y gallegos, el señor Mas dice que se trataba de una "afirmación desenfadada" y que "se ha encontrado tiempo para magnificar y sacar de contexto de forma desproporcionada lo que no era más que un comentario inocuo e inocente".
Imaginemos que todos los políticos se pusieran a expresar "afirmaciones desenfadadas", basadas ya en tópicos, ya en hechos históricos, ya en datos más o menos científicos (como los nazis con los cráneos de los judíos). Lo decía aquel viejo adagio: "El hombre es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras".
¿Puede un político en una tribuna de oradores ser inocuo e inocente? Inocuo es beber agua para curarse una lesión de rodilla, inocentes eran aquellos niños que mandó matar Herodes; pero decir que las personas de un lugar (Cataluña) sacan mejores notas que las de otros (Castilla-León, Galicia, Andalucía) es, cuando menos, tendencioso y, según parece, irritante e insolidario.

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