Anoche fui a ver a mi hermano actuar, aunque ya sabía que apenas lo iba a ver, porque se tira casi toda la obra detrás de una capucha negra. Manipula algunos de los títeres de ES-PUTO cabaret, uno de los espectáculos de El Espejo Negro, la compañía que dirige Ángel Calvente desde el 89. A nadie sorprende después de tantos años la maestría en la elaboración y manipulación de las marionetas. Con La vida de un piojo llamado Matías consiguieron el Max y con otras obras, otros tantos premios y menciones.
El cabaret de gomaespuma de anoche es una colección de números disfemísticos, tabernarios, iconoclastas, freudianos, libertarios, antisistema, anarcoides, barriobajeros y antimonárquicos que no dejan, valgan la paradoja o la redundancia, títere con cabeza.
La tenue línea argumental la mantiene una presentadora procaz y malhablada, Marianna Travelo, de la que (a pesar de que ella misma lo dice) pronto olvidamos que es un muñeco y que reparte estopa inmisericordemente a los políticos, al público y a ella misma. Las improvisaciones de ayer derivaron hacia la política municipal, las gaviotas que se acercan por el horizonte político y las obras del metro de Málaga.
Casi dos horas riendo sin parar, salvo en uno o dos números, en los que el lirismo trascendental, e incluso el nacionalismo andalucista, hacen olvidar el tsunami escatológico con que nos inunda durante el resto de la obra.
1 comentario:
Quien tenga más ganas de divertirse que prejucios se lo pasará bomba y a quien no le haga gracia, se merece no pasarlo bien. Desvergonzadamente graciosos. Vi el espectáculo cuando se estrenó (tu hermano trabaja con el Piojo en esos momentos, creo) y disfruté como un enano.
El montaraz.
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