20.12.09

De la degeneración del arte moderno

Acabo de terminar un magnífico libro sobre Paul Klee (Klee, Taschen) en el que me he encontrado con un tema que cada vez me parece más interesante: el arte degenerado. El 19 de julio (¡uy!) de 1937 los nazis organizaron una exposición titulada Entartete Kunst (por cierto que es nombre de un grupo de Barcelona) en la que colgaron de mala manera, sin enmarcar a veces, cuadros robados de Klee, Chagall, Picasso, Bracque, etc., acompañados de textos difamatorios y una etiqueta con el precio que habían pagado los degenerados banqueros y médicos judíos por ellos. El pueblo llano germánico, henchido de rabia, sentido común y neorrealismo clasicista fue presa fácil. Ahora bien, los nazis vendieron algunos de aquellos cuadros a precio de oro en el extranjero y sacaron dinero para pagar el gas que intentaría acabar con la raza que auspició aquella degeneración. También el jazz y cierto tipo de literatura eran considerados una degeneración. Todo lo que fuera mínimamente a-tonal, a-figurativo, a-normal, a-melódico... era considerado arte degenerado de razas inferiores como negros, judíos y bolcheviques. Paradojas de la historia: los que más defendían la racionalidad, resultaron ser los más irracionales. En otro libro que leí hace tiempo (y cuya lectura recomiendo encarecidamente), Diccionario crítico de mitos y símbolos del nazismo, Rosa Sala Rose comenta en una de las entradas (degenerado) la historia y los vericuetos de este concepto.
Otro día hablaremos de los que, para no pasar por nazis catetos, se tragan bodrios sobrevalorados, como aquellos atemorizados súbditos que alababan el traje inexistente del rey desnudo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hombre que info tan mala.