9.9.11

El país de las cortapisas


Ya lo dijo Heráclito: nadie se baña dos veces en el mismo río. Coges un avión, te vas al quinto pino y cuando vuelves, ya ha cambiado algo (la dirección de una calle, aquella obra que nunca terminaba, el color del pelo de tu kioskero...). Pero lo que tiene más probabilidades de cambiar eres tú mismo/-a.
La primera vez que fui a Japón sufrí el shock de la falta de educación y de la dejadez en la atención a los clientes. Ahora me está traumatizando la abrumadora presencia de cortapisas. Uno va a trabajar, pongamos por caso, y hay un repartidor aparcado en la puerta del garaje. Se disculpa con la mano, se quita y sigues tu camino. Vas a encender el ordenador y alguien ha tirado del cable y tienes que volver a enchufarlo. Bueno, venga, no pasa nada. Tienes que entregar una documentación pero te falta un dato. Llamas a quien tiene que dártelo, pero se ha dejado el móvil en casa. Dejas un mensaje y sigues. Otro alguien se equivoca y deja un albarán en la bandeja equivocada. Aquella empresa que tenía que mandarte unas agendas escolares las manda tarde y por casualidad descubres que los meses están desordenados (lo que le faltaba a los alumnos, que les metiéramos flash backs, analepsis y prolepsis organizativos: el primer examen anotadlo en la página 10 y el segundo en la 7).
Así que da la hora de volver a casa y has sido derrotado por un cúmulo de cortapisas, microproblemas, estupideces y banalidades. Y lo peor es que sabes que hay muchos lugares en el mundo donde esto no pasa, o, al menos, no en esa medida.
Te acuestas y sientes que tus nervios están siendo devorados por una marabunta de hormigas incansables.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ánimo. Tú no puedes desanimarte.

Alberto dijo...

.... Y cada vez que no respondo con entusiasmo a la pregunta "¿a que aquí se vive mejor que en ninguna parte? me salen con la calidad de vida el sol y las tapitas y la gracia de nuestras gentes. Si empiezo a decir esas cosas que comentas me contestan "Pues eso pasa en todas partes" cuando demuestro que no, me dicen "Pues si no te gusta ya te puedes ir, que hay mucha gente que le gustaría vivir aquí" cuando les digo que de buena gana, me miran con una mezcla de pena y repulsión.... Gracias por decir esats cosas que no se pueden decir en público.

Anónimo dijo...

Pero, entonces, ¿qué opinión se llevan de España o de los españoles estos desconocidos e ignorados visitantes que, remitiéndome a la información ¿?de las cadenas televisivas, a la primera de cambio parece ser que son asaltados por carteristas o similares en las calles de algunas de nuestras ciudades más turísticas?
Otra, aunque no se relacione con este tema, ¿qué les motiva a aprender castellano?

Anónimo dijo...

El país de las cortapisas... y de las excusas. Nadie se hace responsable de nada.
Por cierto, con relación al que aparca interrumpiendo la salida de un vehículo, creo que lo sufrimos más de uno. Pero no se te ocurra mostrar enojo, cosa que a veces es lo más normal, porque no sabes a qué te expones y como ESO LO SABEN MUY BIEN, pues lo usan para seguir perpetrando su abuso. Y conste que en ningún momento estoy incluyendo a los repartidores.

Manoloasecas dijo...

Yo como tú estube en Japón (aunque bastante menos tiempo, solo un viaje turístico) y volví muy desanimado al ver lo bueno que puede hacer la cultura y urbanidad con el ser humano, y lo lejos que nos queda a nosotros el poder alcanzarlo. Pero ciertamente, visto en profundidad, tenemos una cierta libertad personal que ellos no pueden disfrutar.