LAS TONTERÍAS DE FREUDUn primero de mayo de hace, puf, ni me acuerdo, estábamos José Miguel, Emilio y yo en la ínclita y pictórica plaza de la Merced de Málaga. Habíamos sido incomprensiblemente invitados a cantar en la celebración sindicalista. Yo subí, rasqué la guitarra y alguien (Pepe) cantó elabuelofuepicaoalláenlamina etc. Luego de que nos aplaudieran pues, como no podía ser de otra manera, nos fuimos a la barra. Allí estaba un amigo (siempre hay que tener amigos en las barras) que estudiaba psicología. La conversación derivó hacia ese campo, del que los tres invitados sabíamos (y seguimos sabiendo) más bien poco. En cierto momento el protopsicólogo esparció una serie de ideas que nosotros fuimos sistemática y efectivamente cercenando, sobre todo acerca del gran gurú vienés de la barba y el sexo indecente. Emilio, muy atento a la dialéctica que se manejaba, pilló al interlocutor en una contradicción:
--¿Pero Freud no decía lo contrario?
A lo que el otro replicó:
--Freud también dijo muchas tonterías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario