"El pesimismo de los eclesiásticos, una actitud casi profesional, no debería ciertamente hacernos imaginar aquel mundo y aquellos hombres tal y como ellos, cargando las tintas, nos lo han transmitido en sus crónicas. La gente no vivía una existencia desesperada bajo el asedio constante de la catástrofe. Labradores y artesanos, nobles y reyes acudían a sus tareas sin el temor al fracaso continuo. Son los clérigos quienes escogen aquellos hechos que les interesan, y que ciertamente no nos han transmitido con objetividad" (pág. 20).
Hala, pongámonos todos a pensar, que son dos días.
1 comentario:
¿Será que esas gentes y otras muy afines no han evolucionado a lo largo de los siglos? ¿Nos cabe esperar que les ocurra como a esos dinosaurios que, por no adptarse a los tiempos, desaparecieron? ¿Serán como las cucarachas que, según dicen, sobrevivirían incluso al mayor cataclismo planetario? Que no sea esto último, por favor, por favor.
Saludos primaverales
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