Acabo de llegar del cine y quiero recomendarles esta película antes de que el torbellino de la vida me succione. Su mérito es múltiple: magníficos actores, excelente puesta en escena (efectos, montaje, vestuario) un buen guion y una idea atractiva, William Shakespeare como fraude o tapadera. Es una vieja idea que ya sacaron a la palestra Twain, Dickens y Henry James. Mucho mejor que otros acercamientos a la vida del supuesto autor de
Hamlet, como aquel empalagoso
Shakespeare in love (lo siento por sus acérrimas partidarias, pero es lo que pienso).
Por suerte para España, nunca se ha dudado de que Cervantes escribiera lo que escribió, a pesar de tener un brazo inutilizado y de decir que él solo estaba traduciendo el Quijote del árabe.
NOTA: Un pequeño anacronismo, al menos en la traducción. Se dice que Romeo y Julieta es una obra "romántica", cuando el Romanticismo fue un invento anglogermanístico que tuvo lugar unos doscientos años más tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario