Quemar después de leer, Coen Bros.
Delirante comedia de enredos tipo efecto mariposa o mira-la-que-ha-liado-la-más-tonta. Todos los actores están sembrados, en especial Brad Pitt, Malkovich y Clooney. Pero quizá lo mejor sea la edición, la manera de cortar las escenas y contar con palabras lo que estábamos a punto de ver, demostrando una vez más que lo evidente no es ni más trágico, ni más triste, ni más gracioso que los que se cuenta. El poder de la palabra. Ahora bien, ésta, en mi modesta y todopoderosa (en este blog) opinión, no es la mejor película de los Coen. Está por debajo de El gran Lebowsky, Fargo, Muerte entre las flores, El hombre que nunca estuvo allí, o la grandísima Barton Fink (pa mí, en mi calidad de pseudoescritorzuelo, la mejor)... Y por encima, por supuesto, de aquella, de cuyo no nombre no quiero ni acordarme, en la que Clooney era un abogado y Z. Jones, una (h)arpía que bla, bla, bla...
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