Un viejo estanque,
al zambullirse una rana,
ruido de agua.
Siempre me ha parecido una maravilla de simplicidad, de simbolismo de no sé sabe muy bien qué. Me dice más que mil páginas de otros.al zambullirse una rana,
ruido de agua.
Pues bien, a lo que iba, el libro del que hablo es El haiku japonés. Historia y traducción, de Fernando Rodríguez-Izquierdo. Me lo llevé a Japón y lo releí en Kioto, en Tokio y en Matsushima, donde el recuerdo de Bashoo está muy presente. En un pequeño museo había un señor con el que entablamos conversación (en inglés) y que, casualmente estaba leyendo los haikus de Bashoo. En una tienda de souvenires había un muñeco de un hombre con una vara que luego supe que era una efigie del mismísimo poeta. ¿Y a qué viene hablar ahora de este libro? A que lo acabo de re-comprar en una nueva edición de Hiperión, que conserva las reproducciones en japonés y amplía bibliografía. Se trata, no obstante, de un tocho de teoría e historia, con una segunda parte de textos traducidos y transcritos. Para fanáticos de la poesía.
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