Novedades editoriales

Ayer me pas(e)é por varias librerías. Allí estaban, cortando el paso en los estantes más llamativos, las "novedades". Preponderaba el crimen, el feminismo de autor y de tema, el historicismo medievalizante, el intriguismo conspirante apocalíptico... Otro día entraremos a analizar estas "tendencias". Como siempre, me asalta la sospecha de que el ochenta por ciento de lo que veo es, hablando en oro, un timo. Y veo que en otras baldas, apartadas del centro del local, están los clásicos, los Dumas, los Cervantes, los Tolstois... Me acerco y empiezo a ver títulos y títulos y títulos que no he leído, que sólo conozco por los lomos. Así que me propongo "descubrir" a algunos de estos y pasar de soltar veinte euros por, como dice el compañero Quino, "una novelita delgada de Anagrama escrita por un finlandés o por una azerbayana, que son la revelación de la temporada". Esto es como el chiste del cristiano analfabeto al que le presentan a un judío y le da un guantazo en lugar de darle la mano.

--Y ¿por qué me pega usted?

--Porque es judío y ustedes escupieron y crucificaron a Jesucristo.

--Pero si eso fue hace dos mil años.

--Ya, pero yo me acabo de enterar ahora mismo.