17.5.12

Educación pública


Permítanme que por una vez me ponga enfático, serio o corporativista.
No quiero aburrirles repitiendo lo que tantos han dicho de tantas maneras: el personal está pagando el pato de los especuladores y los gobiernos están cediendo al chantaje de los mercados y las teorías restrictivas de cierto sector del pensamiento económico. Hasta ahí todo el mundo está de acuerdo prima arriba, prima abajo.
Unos aportan al altar del capitalismo su paro y su impotencia.  Otros colocamos piezas cada vez más grandes de nuestros sueldos y, ahora, de nuestro tiempo al incrementarse el número de horas lectivas. El fuego devorador de los bancos va consumiendo nuestras ofrendas y el humo de nuestros recortes se eleva entre pavesas hacia unos dioses sordos, mudos o, quién sabe, inexistentes.
Inmigrantes, médicos, parados, policías, profesores, pensionistas, alumnos de la enseñanza pública, trabajadores en general están dispuestos ya para la Gran Inmolación.
Por lo que respecta a la educación el colectivo anda ya muy caldeado. Incrementar dos horas lectivas no va a provocar que nadie se muera de sobrecarga de trabajo, pero sí va a dejar en la calle a miles de compañeros interinos cuyas horas asimilaremos.
El funcionamiento de muchos centros puede verse resentido y provocar que falten profesores para atender a alumnos extranjeros, con necesidades educativas especiales o de diversificación curricular .  Puede que no haya profesores para cubrir ausencias y bajas.  Puede que la calidad de la enseñanza pública se vaya al garete, justo ahora que muchos estábamos empezando a ver cambios sustanciales en las metodologías y la organización de centros y aulas.
Por eso va a haber una huelga general de la enseñanza el próximo día 22 de mayo.
Por eso mucha gente que antes no lo había hecho, se va a echar a la calle a protestar.
Por eso muchos vamos a vestir las famosas camisetas verdes, que hasta ahora (por suerte) no estaban de moda en Andalucía.
Por eso esta mañana he oído, por primera vez en más de veinte años de carrera, hablar de encierros y asambleas a las puertas de los centros.
Ha llegado el momento de abandonar las diferencias ideológicas y estratégicas.
Ha llegado el momento de luchar por esa educación que nos permitió a nosotros estar donde estamos y ser lo que somos, seamos lo que seamos.

5 comentarios:

Juan Fco. Otálora dijo...

Suscribo al cien por cien tu reflexión, Ángel. Sin embargo creo que falta una implicación absoluta, sin paliativos de los que van a ser las víctimas de la situación: los chavales y sus familias. Como no se den cuenta de que el asunto va fundamentalmente con ellos, como no se impliquen y se enfunden en verde y sean los primeros encerrados, los primeros en las manifestaciones o los primeros en hacer huelga, como no sea así acabarán con el mantra de que "ya están los maestros otras vez sin querer trabajar... como está el país y estos vagos no quieren renunciar a sus prebendas... todal son dos horicas más a la semana... qué poca vergüenza que tienen los maestros...". Desde luego que no hay que callarse, porque cuanto más te amagas, más se te ve el culo; pero hacer que el sistema educativo no zozobre no será cosa solo de la tripulación, sino de todo el pasaje.

Concha Moreno García dijo...

Visto y leído desde tan lejos, me conmueve y me rebela igual que si estuviera allá. Comparto vuestras dos reflexiones. Tiñes razón, Ángel, pero Lo que añade Juan Francisco es fundamental.mi hijo, que tiene dos hijos, de 5 y 2 años, se queja de que las familias pasan y opina que sin sus camisetas verdes la protesta está incompleta. Opino lo mismo.
Me vestiré de verde también.

Fina G. Naranjo dijo...

Me uno a la protesta de una manera muy japonesa. Ese día no trabajo, pero acudiré al centro desde la primera hora y teabajaré como la que más.

Anónimo dijo...

Al final tendré que admitirlo y decir "...no tenemos arreglo y merecemos lo que tenemos..."
Son una "panda" de necios y señoritos acomodados, hacen y harán con nosotros lo que les plazca, eso sí, siempre y cuando se lo permitamos.

Anónimo dijo...

..perdón, quería decir "...somos una panda...