El efecto Sherezade

Sherezade evitó que el sultán le cortara la cabeza hilvanando una historia tras otra durante (es un decir) mil y una noches. Del mismo modo los medios de comunicación de masas enganchan, cual cerezas, un relato con otro para evitar que se descubra el gran pastel de que apenas tienen nada que contar que sea verdaderamente interesante. Es decir, algo en lo que tengamos un verdadero, cercano, crucial interés. El 99% de lo que leemos en el periódico es interesante "para otras personas". Por eso al terminar el telediario, al apagar la radio, al cerrar la página web nos queda la íntima sensación de que seguimos sin entender esta cosa tan complicada llamada vida. Eso sí, mientras tanto hemos estado convenientemente distraídos, traídos a lo distinto, a lo asombroso, a lo maravilloso, a lo que nosotros nunca somos.