3.8.12

Arbitristas

Hay un episodio de El Buscón de Quevedo en el que aparece un personaje, como todos los que pasean por aquellas páginas, patético y deformado, el arbitrista.  El ultraconservador autor de esa novelita picaresca se ríe de un tipo de persona que abundó por aquellas fechas de lujo y miseria, de hambre y grandeza (¿les suena?).
Los arbitristas eran algo así como tertulianos radiofónicos actuales, que mandaban cartas al rey para resolver los más diversos problemas en los que andaba metida España, a pesar de ser un imperio donde nunca se ponía el sol. Unos propusieron acabar con el cerco de la ciudad portuaria de Ostende secando el mar con esponjas, otros, recortar las mangas de las camisas para hacer velas, o promulgar una ley para prohibir a los piratas asaltar los galeones de su majestad, y así unas cuantas más.  También los hubo menos estrafalarios, que hablaban de no malgastar en guerras de religión o familia y en festejos taurinos o de otro jaez. de acometer el regadío de los campos, de la repoblación del campo con inmigrantes, de manufacturar productos hechos con nuestras materias primas (la lana, sobre todo) en lugar de comprarlos en Flandes....
Pues paréceme que retornan los arbitristas y lo hacen invadiendo redes sociales y correos. Mucha gente anda descubriendo la piedra filosofal para acabar con la crisis.  Unos quieren acabar con el senado, otros, con los asesores políticos, otros, con el estado de las autonomías al completo (olvidando aquellos tiempos en los que media Andalucía o Extremadura languidecía merced a un centralismo omnipotente), otros, con el consumo de productos extranjeros (no sé si incluirán los ordenadores desde los que mandan esas propuestas, o a Google o a Facebook), otros, con los concejales (aunque los haya que no cobran ni quieran serlo), otros, con las subvenciones a los sindicatos (consabidos y antiguos compinches de Lehman Brothers) y así hasta el infinito.
Como pasaba en el siglo XVII, algunas de estas propuestas son razonables y otras no tanto. Se trata de separar el trigo de la paja, para que no se meta en ojo propio ni ajeno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Otros utilizan el "VALE"!palabra difundida e impuesta por la "princesa del pueblo" y que ahora se usa
mucho cuando te explican algo: Te bajas en el autobús que te espero en C/Larios ..VALE? o pon la T.V.y ves la película VALE?? fiirme Vd. aquí VALE???Mañana creo que va a llover..VALE???Siendo un poco observador comprobarás la cantidad de veces que colocan el VALE???