13.1.11

Cosmos y basura


Acabo de volver de tirar la basura.
Nada más salir del portal alzo la vista hacia el este y me encuentro con el enorme Orión observándome impertérrito cómo sostengo la bolsa en el escalón. Miro más hacia abajo y ya se ve Sirius como si fuera un avión enfilando demasiado tiempo la pista del aeropuerto y que quisiera darles la noche a los pobres controladores. Arriba, media luna y un poco más hacia el oeste, Júpiter, brillando casi solo gracias al cegamiento que nos causan nuestras queridas farolas anaranjadas.
Un espectáculo grandioso que contrasta con la sucia monotonía de bajar la basura.
Aunque, bien pensado, el ciclo regular de las constelaciones, el aparentemente anárquico de los planetas y el obligado desprendimiento de los residuos sólidos urbanos no dejan de ser ciclos, ritmos del universo, como nacer, morir, tal vez dormir, pagar los recibos de la luz o ir al Mercadona.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial, como siempre. ¿La gente que te lee se da cuenta de lo que tiene? A veces me enfada que a muchos les paguen por nada y que otros ni siquiera obtengan un comentario. Por eso, aunque sea tonto y poco digno del escritor que lo origina, ahí va uno.

Anónimo dijo...

Tú eres bueno, tú eres muy bueno. Claro que yo no soy De Niro ni tu Cristal. No obstante te diré que ya lo eras cuando no habías nacido. ¡que buen año 1965!. Te felicito Carl Sagan, hasta Hawking ha caminado cuando lo ha leído. Sin duda hay colegios públicos que son mejores que los privados. ¡Viva el Dr. Galvez Moll!.

PONCHITO45