2.8.09

Anécdota astronómica

Hay por ahí un proverbio no sé si chino o japonés que dice que cuando alguien señala la luna el tonto mira el dedo. Pues bien, me han regalado un telescopio. Me tiré dos o tres días intentando alinearlo para que el ordenador buscara planetas, estrellas, galaxias y cuásares, pero no había manera. Me bajé un programa de la red (Cartes du Ciel) que está muy bien, pero no tenía manera de cuadrarlo con la hora y el sitio. Total, que cuando estaba de una pantalla a otra, mi mujer, que a la sazón me había regalado el telescopio, descubre algo "extraño" moviendo el tubo movida por el sexto sentido femenino. Me acerco, miro, remiro, compruebo con el programa y resulta que estábamos viendo Júpiter con sus satélites y sus rayas de colores. Una maravilla. Ganas me entraron de arrancar el buscador de estrellas y de tirarlo, junto con el portátil, por la terraza a esperar que el camión de la basura los mandara a otra dimensión.

No hay comentarios: