15.10.08

Esto no es una entrada

Esto es una excusa para que Eduardo cuente una anécdota sobre japoneses y heavy-metales.

2 comentarios:

Edulises dijo...

En los extraños ochenta algunos de nosotros, tiradas las toallas al intentar encontrar algo mejor, decidimos meternos en la tuna. Que aquello fuera una decisión acertada es discutible y no es éste el sitio para debatirlo. Pues bien, una de nuestras actividades consistía en salir de parche, o sea cantar en restaurantes y chiringuitos de la costa a cambio de unas pesetillas. Las víctimas eran turistas en su mayoría y nada agradecían más que les cantaramos alguna canción de su tierra. Para satisfacer a los italianos la cosa estaba tirada, mientras que los ingleses se contentaban con alguna de los Beatles, los escoceses flipaban con su himno, los griegos con "Los niños del Pireo", los alemanes con "LIli Marlen", etc. etc. Hasta ahí todo bien hasta que aparecieron los japoneses. ¿que tocarles a esta gente para que soltaran los yenes? Alguno lo intentaba con Heidi o Marco, pero era patético. Hasta que un día recordé el magnífico disco de los Scorpions grabado en Japón, donde se incluye una versión de un tema tradicional nipón, Kojo No Tuski, y empece a tocárselo al laúd a los nipones que, sorprendidos y agradecidos, nos hacían el doble de fotos aunque, la verdad sea dicha, no soltaban más pasta de la habitual. Y esta es la historia de como gracias a un grupo de heavy alemán, un tuno español contentaba a los turistas japoneses. También Manowar, otro grupo heavy, éste americano y muy garrulo, hacían algo similar en España para ganarse al público: ¡un solo de castañuelas! Como lo oyen...

Unknown dijo...

Para que veas lo agradecidos que son los japoneses, que se tragan heavy metal mal cantado y tocado con un laúd por un tipo que parece de siglo XVI. Son un encanto.