23.1.08

La infinita crisis de la educación

Cuenta Gregorio Doval en El libro de los hechos insólitos (Alianza, 1994) que en unas tablillas asirias del año 2800 a.C. (aprox.) se leía esta queja que tanto nos suena: “En estos últimos tiempos nuestra tierra está degenerando. Hay señales de que el mundo está llegando rápidamente a su fin.” Siglos más tarde el mundo no sólo no se había acabado, sino que había crecido la población mundial y habían mejorado sus condiciones de vida. En el siglo IV a.C. Sócrates dijo (no se tiene noticia de que supiera escribir): “Los hijos son ahora tiranos… Ya no se ponen de pie cuando entra un anciano en la habitación. Contradicen a sus padres, charlan ante las visitas, engullen golosinas en la mesa, cruzan las piernas y tiranizan a sus maestros.” Y su discípulo Platón, que suponemos que no estaba entre esos jóvenes rebeldes, escribió: “¿Qué está ocurriendo con nuestros jóvenes? Faltan al respeto a sus mayores, desobedecen a sus padres. Desdeñan la ley. Se rebelan en las calles inflamados de ideas descabelladas. Su moral está decayendo. ¿Qué va a ser de ellos?”. Según muchos apocalípticos actuales es imposible que nuestros jóvenes se hayan servido de estos arcaicos y prestigiosos modelos, ya que son incultos, maleducados, zafios, lobotomizados por el consumo, bla, bla, bla… Quizá se trate de un mecanismo natural según el cual el mayor siempre piensa que detrás de él (y de su generación) vendrá el diluvio, lo cual es una forma reconfortante de abandonar este mundo sin tener la sensación de que se está perdiendo algo.

(¿Continuará? Probablemente sí)

Enlace para leer los resultados del famoso informe PISA

http://www.mec.es/mecd/gabipren/documentos/files/informe-espanol-pisa-2006.pdf

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