Importante

Después de todo, lo que "importa" es saber qué es "importante", pero, claro, antes hay que saber qué significa esa familia léxica de origen latino. El padre parece ser el verbo (ya lo dijo Juan en su evangelio: "Al principio era el verbo...") "importar", que en latín se decía importare y venía a significar "traer hacia" o "atraer". Así las cosas, lo "importante" es lo que traemos hacia nosotros, lo que queremos que esté en o con nosotros.

Luego en español la cosa se complicó (como no podía ser de otro modo en este territorio multiopinativo), según consta en el DRAE:

1. tr. Dicho de una mercancía: Valer o llegar a cierta cantidad.

2. tr. Introducir en un país géneros, artículos o costumbres extranjeros.

3. tr. Llevar consigo. Importar necesidad, violencia.

4. tr. ant. Contener, ocasionar, causar.

5. intr. Convenir, interesar, hacer al caso, ser de mucha entidad o consecuencia.

Hasta el punto, como vemos, de que a la Academia le "importa" más el significado mercantil que el personal. En otras palabras, el significado se ha deslizado desde lo sentimental a lo material. Nos "importan" más las "importaciones", que las cosas "importantes".

Si alguien ha seguido leyendo hasta aquí, le doy las gracias, porque el jardín en el que me he metido se parece al del final de El resplandor, con Jack Nicholson (Jack Torrance) persiguiéndonos a diez bajo cero con su hacha. Por cierto, y sin ir más lejos, para este escritor/portero era más "importante" su novela que su familia; su futuro (o el pasado de otros que lo abducen) que su presente; sus negocios, que sus sentimientos.

Me parece que esto sí es verdaderamente "importante". Debería "importarnos" más lo que sentimos, que lo que no tenemos; un pimiento, una higa o un comino, que muchos de esos asuntos "importantes" que amplifican vociferando los medios, con su fines descaradamente lucrativos: el partido del siglo, la cosa se está poniendo verdaderamente fea, el punto caliente del conflicto, el momento culminante de las negociaciones, las alertas meteorológicas, el último golpe de estado africano...

¿A quién le "importa" lo que ellos digan? ¿A quién le "importa" lo que ellos cobren? Yo soy así...

Piénsenlo. ¿Qué es más "importante", la cuarta intifada o que se le pegue a uno la tortilla; el IBEX o el color de las hojas de sus geranios?

Y ni les cuento las llamadas personas "importantes", esos políticos que levantan el país y lo hunden con la misma facilidad, esos cantantes que provocan desmayos de unas adolescentes, que en cinco años estarán cambiando pañales tarareando melodías cuyo autor olvidaron, esos escritores que revolucionan las letras para caer más tarde en la autocomplacencia y dejarlas como estaban, en su orden alfabético...

El gran Oscar Wilde ya lo intuyó: lo "importante" es ser serio (earnest) o llamarse Ernesto.