1.12.12

Rioanji casi sin comentarios

Esta entrega de nuestra corresponsal en Kioto me ha dejado sin palabras, como corresponde a un templo zen como Rioanji, en cuya vía para alcanzar la iluminación, las palabras son lo de menos, cuando no una traba.  No ignoro que sonará paradójico que un profesor de lengua suelte semejantes afirmaciones, pero esto es lo que hay, expresión, por cierto también muy zen.





























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