Hace unos días empezó la liga de sumo. Vi unos cuantos ratos en la tele. Retransmitían desde Osaka. Quise ir, pero al parecer es complicado conseguir entradas. Se trata de un deporte con muchos aspectos míticos, religiosos y sagrados, más parecido al toreo que al yudo. Entre los luchadores detecté a unos cuantos occidentales. Uno parecía americano y otro, a juzgar por la indumentaria, es brasileño.
La profesión de árbitro de sumo es una de las más arriesgadas del mundo. Además tienen que ir con esos trajes y gritar constantemente mientras durante el combate. Menos mal que nunca discuten sus veredictos.
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