Cunde por ahí un uso del condicional del verbo "ser" que denota un miedo atroz a la realidad. Vas a pagar y te dice la cajera: "Serían diez euros con cincuenta". Anoche una pareja en un programa de televisión está enseñando su casa y al llegar a cierta habitación dice ella: "Y esto sería nuestro dormitorio". Asegurar que eso es su dormitorio parecería (aquí sí vale el condicional) tajante y grosero y sospechamos que alguien se podría sentir ofendido, insultado y/o menospreciado.En este mundo nuestro tan virtual y tan políticamente correcto ya no valen aquellas viejas disyuntivas hamletianas. Ahora el príncipe de Dinamarca diría: "¿Sería o no sería ésta la calavera de Yorick? Abramos un debate y discutamos en un foro si la muerte sería o no sería la solución a todas nuestros galimatías vitales y gramaticales".
Yo diría que estamos sumidos en un charco inmundo de dudas, miedos y vericuetos. Lo diría, pero no lo digo. Solo lo expongo como hipótesis de trabajo.


















