Al fin presentamos oficialmente De la palma al cerezo en un acto que no voy a calificar por razones obvias. Anécdotas hubo un montón entre ensayos y presentación propiamente dicha: público que va al servicio y al salir acaban en la calle que lleva al escenario, olvido de poemas por parte del poema en el maletero del coche, la sensación tan rara que tuve cuando por megafonía anunciaron que quedaban cinco minutos para el comienzo del "espectáculo" (pensé, en efecto, como salga mal, vamos a darlo)...
No hay comentarios:
Publicar un comentario