5.11.11

Cansino


Lástima que esta campaña electoral no haya coincidido con uno de mis miniexilios. Ya ha empezado la avalancha de recriminaciones, sarcasmos y "pues anda que tú" a los que nos tienen, lamentablemente (¿irremediablemente?) acostumbrados los dos grandes partidos. Los unos intentando hacernos creer que no van a hacer lo que han venido haciendo hasta ahora. Los otros intentando hacernos creer que van a hacer algo distinto de los que los otros han hecho. Unos apuestan por la resurrección, los otros, por la revolución (en un sentido electoral, por supuesto). Y todo aderezado con chistes, calambures, diologías y banderitas de plástico.
El resto de partidos queda en la penumbra, intentado sacar cabeza con algunas desafortunadas intervenciones (los que voten al PSOE son idiotas y los que voten al PP son torpes, etc.).
Y además está la calle, esa cosa indefinida que un día fue de Fraga y ahora es de los reporteros televisivos. Y las plazas, que antaño fueron de los jubilados (cuando había obras cercanas), luego de los indignados (cuando había dignidad) y ahora de los parados. Y las redes, que son de los cazadores de bulos y verdades.
La situación se parece cada vez más a aquella visión cíclica, monótona y ensimismada que cantaba Machado en el poema del cansino "hombre del casino provinciano":

Bosteza de política, banales
dicterios al gobierno reaccionario,
y augura que vendrán los liberales,
cual torna la cigüeña al campanario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno, Menos mal que no me pilla allí.