24.9.11

Don Quijote y asuntos sociales


Un día de aquellos que estaba viviendo en Kioto descubrí una teleserie que me dejó pasmado. Se titula Don Quixote y está ambientada en el Tokio actual. Un joven bien parecido, alto y delgado, es un psicólogo (Shota Matsuda) que trabaja en una oficina (supongo que pública) en la que se ocupan de problemas infantiles psico-sociales. Este muchacho va acompañado por un señor más bajo y grueso que él (Katsumi Takahashi) y que es un yakuza, es decir, un mafioso. Pues bien, estos dos "amigos" en algún momento del pasado han sufrido un intercambio mágico de personalidades, de forma que la tímida y comprensiva del psicólogo se ha apoderado del cuerpo del delincuente, mientras la violenta y despreocupada de éste ha usurpado el cuerpo del funcionario. Los episodios tienen todos una estructura parecida: un niño o niña tiene un problema de comportamiento o de relaciones familiares, interviene el psicólogo-mafioso y se lía a voces y patadas hasta que resuelve el caso, con la inestimable colaboración del yakuza-terapeuta. En paralelo hay escenas cómicas en las que el mafioso se ve envuelto en secuestros y vendettas que lo superan, dada su timorata nueva personalidad.
Una valiente y renovada visión de la extraña pareja que parió Cervantes y que en España, como viene siendo tradicional, nadie se atreve a acometer, ya sea por el absurdo culturalismo mojigato que envuelve a toda nuestra tradición literaria, ya sea por pura ignorancia y/o dejadez. Preferimos hacer otra vez Cheers, aunque aquí no haya muchos bares en los que se mezclen psiquiatras y carteros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ahora mismo acaba de terminar. Vaya casualidad.