Dicen que Moisés lo vio, pese a la prohibición que rezaba "No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá" (Éxodo 33:20). Como al final sí que lo vio, pues Yahvé-Dios fue y lo castigó dejándolo con la miel en los labios y no permitiéndole entrar en la Tierra Prometida. Eso lo ha visto medio mundo en Los diez mandamientos, con el rubio presidente de la National Rifle Asociation en el papel del líder judeoegipcio. Pues bien, resulta que la palabra Dios, proviene del griego y es una forma (ablativo) de Zeus, al cual los romanos llamaron Júpiter. Y ahí quería yo llegar. El que quiera ver a "Dios" no tiene más que asomarse esta noche al balcón/ventana y mirar hacia occidente. Es una luz intensa que no parpadea. La semana pasada, incluso le hice una foto. Adiós.
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