30.8.10

Epicuro forever

Con motivo de unos movimientos tectónicos de libros provocados por la compra de ciertas estanterías de diseño sueco y fabricación china, ha regresado a mis manos un minilibro que compré en Florencia hace unos años: Lettera sulla Felicità, de Epicuro.
Esta es una larga y graciosa historia que merece la pena (?) ser contada.
Cuando algunos que ahora peinamos canas (o no peinamos) andábamos como alumnos del extinto C.O.U., salimos al patio un buen día y pintamos con tiza en una pared la frase Epicuro forever. Semejante dislate ( idea principalmente, creo recordar, de José Miguel y Edu, a. el comentador de Ocaña) era una mezcla de nuestra admiración por los Beatles y por el filósofo de Samos. Días después el director del centro, a la sazón profesor de filosofía, José Rodríguez Galán, nos retuvo tras la clase y nos preguntó quiénes habían sido los osados que habían hecho la pintada. Nosotros reconocimos la autoría y él, en lugar de reprendernos, nos informó oficialmente de que próximamente tendríamos a nuestra disposición unos cuantos kilos de pintura y la asesoría del departamento de Dibujo para dar forma definitiva a aquella ocurrencia. Y así se hizo. Durante varios días procedimos al pintado ante la atónita mirada de nuestros compañeros que nos miraban por las ventanas cómo nos escaqueábamos de diez o doce clases. Años más tarde, ante el evidente deterioro de los colores, se procedió a su restauración. Hace poco, para preparar el concierto del 40 aniversario, nos hicimos unas fotos (infra) más o menos patéticas ante el mural.
Así que cuando me encontré en Florencia este librito que costaba un euro (Ed. Stampa Alternativa), no dudé en comprar unos cuantos para aquellos jóvenes que colaboramos en la pintada.
Cuando les cuento a los alumnos esta historia apenas se la creen y se proponen (sin éxito) intentar una visita al instituto Sierra Bermeja (Málaga) para ver si es verdad la sarta de tonterías que cuenta el profesor de literatura. Me parece que un día les tuve que llevar una foto.
En cuanto a la filosofía de Epicuro, qué decir que no parezca pedante: vitalidad racional, combinación extraña en el pensamiento europeo, que, o piensa y se pudre, o vive y no piensa.
Por ahí tengo una coplilla inédita en la que parafraseo una de las ideas del patrón de los hippyes, los anacoretas, los gnósticos y los pasotas:


Ya nos lo dijo Epicuro

cual la puerta de un hotel,

cuando la muerte va entrando

nosotros salimos de él.




4 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo de peinar canas es absolutamente incierto. Los que aún lucimos pelo sobre el cráneo, no tenemos muchas canas para nuestra edad. Además, soy yo el que más tiene y no las peino, como tampoco me peinaba antaño. Los de calva reluciente, pues menos canas todavía. La frase era mía pero ya quisieran los Beatles que los admirara la mitad que a los Rolling Stones.

El epicúreo rural

José Cristóbal Pérez Hernández dijo...


Estimado Monti. Me gustaría pedirte que insertaras esta historia tú mismo en el Blog de los antiguos alumnos del IES. Traete a tus alumnos/as a verla cuando quieras.

He enlazado con tu blog allí
https://iessierrabermejamalaga.blogspot.com.es/2015/07/la-historia-de-la-pintada-epicureo.html

Anónimo dijo...

Qué estupidez. Tanta palabrería por un mural que, según parece, no tiene ningún carácter revolucionario.

Anónimo dijo...

Epicuro strawberry fields