Muchas (demasiadas) veces he discutido con colegas y no colegas acerca de este tema central, crucial, previo e imprescindible. ¿Qué es y dónde está la literatura? Dejando de lado estupideces del tipo "literatura es lo que se escribe" (facturas, multas, testamentos, chuletas... serían literatura) y "literatura es lo que explica el profesor de literatura", siempre insisto en las clases y fuera de ellas en que sin saber exactamente qué es (o qué no es), la literatura puede estar en cualquier parte (Borges dixit) y muy frecuentemente escasea en los libros que llamamos de "literatura", sobre todo en ciertas novelas del tres al cuarto que hacen doblegarse con su grosor y cantidad los anaqueles de librerías y bibliotecas (y no señalo a nadie). Pues bien, en este contexto me viene como llovido del cielo un reportaje, en el que personas de solvencia literaria/cultural más o menos contrastada opinan que en la televisión hay literatura y no de la mala. Me quedo con la idea de que si Shakespeare viviera, escribiría series de televisión.
http://www.elpais.com/articulo/portada/caja/tonta/lista/elpepusoceps/20081005elpepspor_7/Tes
Días después aparece este otro reportaje sobre novelas leídas en los móviles y otras novedades digitales que demuestran que la novela (y la poesía) podrán sobrevivir gracias a (no contra) las nuevas tecnologías. También me explico ahora lo mucho que los japoneses "miraban" el móvil en el metro.
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/libro/hizo/movil/elpepusoc/20081007elpepisoc_1/Tes
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