24.3.08

Anécdota sobre los límites de la credulidad

Una compañera de trabajo me ha contado que unas amigas suyas vieron en un festival de la Diputación este corto http://es.youtube.com/watch?v=cdC7w3oKbK8 . La compañera les comentó que el actor protagonista era el hermano de su jefe (yo) [http://monticruz.blogspot.com/]. Una de ellas aseguraba que no podía ser, porque a aquel muchacho lo conocía de su trabajo como asistenta social y que le sonaba la cara de ir a pedir ayudas y que era una especie de politoxicómano. Mi compañera le aseguraba que no, que era un actor con cinco años de estudios universitarios, y que si le sonaba la cara era porque era ella la que había estado enganchada a Arrayán una temporada. No obstante, la otra no daba su brazo a torcer y así siguieron, al parecer, un buen rato. Moraleja 1: mi hermano es un gran actor. Moraleja 2: La credulidad del público es infinita.

2 comentarios:

Don Peperomio dijo...

Desde mi ventana, ahora mismo veo el Monte Coronado, misma perspectiva que en la foto de tu título.
Merece esto un comentario,no?

Sólo digo una cosa dijo...

Vi el corto en la página del Sur Digital. Buenísimo. Felicite a su hermano.

Interesante blog...

Martin, usted por aquí.