30.11.07

Opinión de Amos Oz sobre la situación en Palestina

“Cuando se trata de los fundamentos del conflicto árabe-israelí, las cosas no son tan simples. Y mucho me temo que yo no lo pondría más fácil diciendo: estos son los ángeles y aquéllos los demonios. Sólo hay que apoyar a los ángeles y el bien prevalecerá sobre el mal. No es tan simple, porque el conflicto árabe-israelí no es una película del salvaje Oeste. No es una lucha entre el bien y el mal, más bien lo considero una tragedia […] un choque entre derecho y derecho, entre una reivindicación muy convincente, muy profunda, muy poderosa y otra reivindicación muy diferente pero no menos convincente, no menos poderosa, no menos humana.

Los palestinos están en Palestina porque esta es la patria, la única patria de los palestinos. Igual que Holanda es la patria de los holandeses o Suecia la de los suecos.”

“Antes de 1948, en la zona occidental de Jerusalén había varios barrios árabes. Luego vino el asedio, el acoso, el bombardeo de la Jerusalén judía por parte de los ejércitos jordano y egipcio, la artillería y los ataques aéreos. Cuando todo terminó, no había árabes ni vecindarios árabes […] en 1948 cientos de miles de palestinos perdieron sus hogares. Sé que ese mismo año, en la misma guerra, cerca de un millón de judíos orientales de los países árabes también perdieron sus hogares, y a muchos de ellos los echaron a patadas y terminaron en Israel en los mismo hogares que anteriormente pertenecieron a los palestinos. Esos supervivientes-refugiados judíos de Irak, del norte de África, de Egipto, de Siria, de Yemen, tras tres, cuatro, cinco años de vivir en campos de transición, acabaron consiguiendo hogares y trabajos mientras que los refugiados palestinos no.”

Amos Oz, Contra el fanatismo, Barcelona, Siruela de Bolsillo, 2005.

1 comentario:

Eduardo Retamero dijo...

Amos Oz es un curioso pacifista: cuando los tanques israelíes marchan acalla sus moderadas críticas a su gobierno y se pone el uniforme. En tiempos de paz, si es que eso existe en ORiente Próximo, nos plantea sibilinas teorías como esta: la pérdida material de los judíos orientales(sefarditas, iraníes, árabes, etc) es directamente proporcional a las de los palestinos expulsados. Además, la culpa de que éstos no tengan nada es de los gobiernos árabes que gestionan su desgracia. Hay dos errores, a bote pronto, en esta teoría:
- Los judíos orientales fueron expulsados de sus hogares. Como ejemplo de este error están los judíos marroquíes, que no fueron en ningún modo expulsados de sus países de origen. Ellos mismos decidieron marcharse, engañados por la propaganda sionista. Mucha gente en Tanger y otras ciudades todavía recuerdan como los trabajadores de los puertos se negaban a cargar sus equipajes como un último intento de impedir su marcha. Y de otros países huyeron por las bombas que los propios grupos terroristas judíos ponian en sus edificios y sinagogas.
- La confusión entre todo el mundo árabe o musulmán con los países que realmente han tenido un conflicto directo con Israel, de ahí que un judío libio que huyera con lo puesto debía ser compensado con la casa de un palestino. O sea, el palestino lo que debe hacer es ocupar la casa del judío libio y no reclamar la suya.

Por no hablar de los planes de desorientalización del sionismo para con los sefardíes, de como fueron tratados estos en los primeros años del estado sionista, etc. etc.
Hace falta ya que alguien traduzca al español el libro de Amiel Alcalay, judío sefardí, "Memories of our future" donde se analiza, según nos cuenta Goytisolo, como las segundas víctimas del sionismo fueron los judíos de origen oriental.