13.2.11

El regreso del cisne negro


Lo que ha pasado en Egipto es una prueba más de que los cisnes negros existen.
Nadie, ni los que lo han promovido, ni los que lo han sufrido y van a sufrir, sospechaba que un movimiento como éste pudiera tener lugar. Sin organización, pero sin furibundas anarquías. Sin líderes, pero con rumbo fijo. Ningún catedrático de comunicación, ningún periodista de medio pelo, ningún político (por supuesto) podía imaginar que la gente con educación y con ADSL pudiera saltar de lo virtual a lo virtuoso, de los escritos a los hechos, tal que don Quijotes cibernéticos.
El viejo temor de que la red iba a suplantar a la realidad y que íbamos a ser presas de las máquinas en nuestras habitaciones, chateando y comiendo pizzas pagadas con tarjeta, se ha ido al traste. Ha sido al revés. Los blogs, facebook y twitter han echado a la gente a la calle.
La red ha conseguido lo que no consiguieron los libros, los panfletos, los anuncios televisivos, los mítines, las revistas ni las bibliotecas.
Lo que ha pasado ha partido la historia por la mitad. La de Oriente Medio y la de las relaciones humanas. Y nadie se lo esperaba, por lo menos en este grado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mu bien dicho.
Juanmi